Raymond Burr, la estrella de Terry Mason' y 'Ironside', muere de cáncer a los 76 años

El actor Raymond Burr, una de las máximas estrellas de las series de televisión de los años sesenta y setenta, falleció el pasado domingo a los 76 años de edad en su rancho de Califórnia a consecuencia de un cáncer de hígado. El protagonista de Perry Mason y Ironside fue el gran detective de la televisión. En el cine ' su intervención más conocida fue en La ventana indiscreta, de Alfred Hitchcock, donde interpretó a uno de sus asesinos más conocidos. Burr, que participó en más de 100 filmes, siempre fue el malo de la película, mientras que en la televisión siempre interpretó al bueno.

Nacido en New Westminster, Canadá, el 21 de mayo de 1917, Burr logró sus éxitos más notables en la televisión, gracias a la caracterización de hombres bonachones, modelos de equilibrio y seriedad. Aunque el actor se inició representando al malo de la película.

Antes de 1957, año en que comenzó la larga emisión de la serie Perry Mason, Burr había sido el villano de cerca de 100 filmes. Trabajó junto a directores como Edgar G. Ulmer (Ruthless, 1948), Fritz Lang (Gardenia azul, 1953) y Alfred Hitchcock (La ventana indiscreta, 1954).

San Quentin (1946), de Gordon Douglas, fue su primer filme. Ese mismo año rodó Sucedió en el tren (1946), de Mervin LeRoy. De ahí en adelante participó en una sucesión de películas entre las que se incluyen títulos como Tarzán y la mujer diablo o Japón bajo el terror del monstruo, ambos de 1953. Una de sus últimas películas fue Pájaro de río, un filme para la televisión que tiene algunas escenas rodadas en España. La mayor parte de su trabajo en largometrajes, sin embargo, se concentra entre los años 1946 y 1957.

La vida privada de Raymond Burr fue sin embargo desafortunada. Burr, que era el mayor de cuatro hermanos, se puso a trabajar a los 13 años, el día en que su padre abandonó el hogar familiar. Antes que actor Burr fue bracero, vendedor, leñador e incluso policía. Su primera mujer, la actriz Annette Sutherland, murió en 1943 en plena II Guerra Mundial al ser derribado por los alemanes el avión donde viajaba. Diez años despúes moría de leucemia el único hijo del matrimonio, Michael. Burr se casó otras dos veces, la primera acabó en divorcio y la segunda terminó cuando su esposa murió de cáncer.

Ironside fue su segunda y larga serie de televisión. Durante 250 capítulos, Burr fue un abogado inválido, paradigma del investigador centrado. Pese a la cantidad de años y de episodios representando a personajes muy similares, afirmaba no estar aburrido: "Perry Mason, por ejemplo, era para mí una ilusión cada día. Intentaba introducir variantes en cada capítulo, como andar de diferente manera durante la celebración de un juicio".