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El Gobierno italiano aprueba un fuerte ajuste presupuestario para 1994

Recortes presupuestarios por valor de 28 billones de liras (dos billones y medio de pesetas) e incremento de los ingresos en tres billones de liras. Son las cifras de la receta de Carlo Azeglio Ciampi, presidente del Gobierno italiano, para reducir el déficit público en 1994. Los presupuestos fueron aprobados en la madrugada de ayer, tras 11 horas de Consejo de Ministros, enfrentamientos entre los titulares de las distintas carteras y algunas concesiones a los sindicatos. Además, Ciampi cuenta con ahorrar en el pago de los intereses de la deuda pública, gracias a la reducción del coste del dinero.

El ajuste presupuestario aprobado pretende reducir un 7% el déficit del Estado (diferencia entre gastos e ingresos) para situarlo en 144 billones de liras en 1994. En los nuevos presupuestos los funcionarios reciben una de cal y otra de arena. Los empleados públicos, cuyos salarios quedaron congelados durante 1993, deberán aceptar aumentos salariales no superiores al 3,5% de tasa de inflación prevista. Los funcionarios que quieran jubilarse antes de los 60 años tendrán una creciente reducción de la pensión, que irá del 2% hasta un máximo del 47% si no han cotizado al menos durante 35 años.Además, se reorganizará el personal recurriendo a la movilidad y a la puesta a disposición, una figura que equivale, en el sector privado, a los expedientes de regulación de empleo. Junto a esto, no se continuarán bloqueando los contratos de los funcionarios, paralizados desde hace tres años.

En el plano fiscal se reducen las deducciones y se anuncia un aumento del IVA y de otros impuestos indirectos. En compensación, dejarán de pagarse tasas por los primeros 100 millones de liras de valor catastral cuando se trate de la primera vivienda. Se anuncia, además, un proyecto de decreto ley que eliminará la minimum tax, un porcentaje fijo que se había establecido para los trabajadores autónomos y que fue muy contestado, porque obligaba al ciudadano a probar que ganaba menos de lo que el Estado le suponía, y por lo cual le hacía cotizar.

Sanidad y Educación

En el sector sanitario se prevé una ampliación de la llamada tasa de la salud, que será cada vez más cara. Se aumenta de 100 a 150 millones de liras el techo para su aplicación. Quedan abolidas las 85.000 liras (7.300 pesetas) que se pagaban como impuesto por el médico de cabecera, y también el sistema de timbres que se daban para rentas bajas de ancianos con el fin de limitar el pago con cheques para análisis o medicamentos. A partir de ahora, habrá que pagar 4.000 liras por receta médica, con la sola excepción de ancianos y niños de hasta 12 años. Las medicinas quedan divididas en tres franjas: las salvavida, que no necesitarán cheque; los fármacos considerados esenciales, que tendrán un cheque del 50% del precio y los demás, que se pagarán en su totalidad.La enseñanza es otra de las áreas donde se darán mayores recortes presupuestarios, con reducción de personal, cierre de las clases sin alumnos y eliminación de las suplencias de profesores el próximo año. El director del centro tendrá que desempeñar también las funciones de gerente.

El ajuste incluye una reducción del 15% de los soldados destinados al servicio militar, lo que representa un ahorro de 25.800 millones de pesetas. También se esperan ingresos por parte de la venta de inmuebles de los entes públicos y de previsión social a fin de que el ajuste no recaiga sólo sobre las personas físicas. Por este concepto se pretende conseguir al menos un billón y medio de liras. Entre 10 y 12 billones de liras llegarán de remodelaciones y cortes presupuestarios a los fondos de los ministerios. El Gobierno, por el momento, ha decidido fusionar los de Transportes y Marina Mercante.

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