_
_
_
_

Violentos combates en los territorios de Croacia ocupados por los serbios

ENVIADO ESPECIAL La artillería de la autoproclamada República Serbia de Krajina (Croacia) lanzó ayer el más violento ataque de los últimos meses contra objetivos militares y civiles croatas en la costa y en Dalmacia interior. En la ciudad de Zadar, las granadas de artillería causaron varios heridos graves, mientras Otocac y Gospic estuvieron sometidas a un intenso bombardeo que confirma la reactivación del frente serbo-croata en esta región.

Más información
Once españoles vigilarán el reparto de ayuda

La alarma general continuaba vigente en Zadar y Biograd a última hora de ayer. La artillería croata también estuvo activa. Mientras serbios y croatas combatían en Dalmacia, en la región de Konjic (Bosnia) los serbios apoyaban las acciones de los croatas contra las fuerzas bosnias.Pocos kilómetros al sur, en el frente oriental de Mostar, miembros del Ejército serbio y montenegrino suministran desde hace semanas gran cantidad de armas y munición a los musulmanes a cambio de la única moneda realmente válida ya en la región, el marco alemán. Operaciones similares han proliferado también en el frente suroeste. de Sarajevo.

En Mostar oriental, dirigentes leales al Gobierno de Sarajevo hablan de la posibilidad de un pacto entre musulmanes y serbios que garantice a los primeros un amplio corredor al mar por el valle del Neretva, y deje en manos serbias toda la costa croata al sur de la desembocadura de este río, incluida la histórica Dubrovnik.

Esta idea, que puede resultar sorprendente o ilusoria tras cerca de un año en el que se perfilaba la repartición de Bosnia entre serbios y croatas, no lo es tanto a la vista de la rápida mejoría de la posición militar de las fuerzas leales a Sarajevo y la debilidad de las fuerzas croatas. Este plan, explicado en demasiadas ocasiones por líderes bosnios musulmanes como una pura excentricidad, equivaldría a la reanudación de la guerra total entre Croacia y Serbia.

La nueva guerra entre Croacia y Serbia ha sido vaticinada por muchos observadores y los servicios de información militares que operan en la región cuentan firmemente con ella.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Lejos de esta cada vez más compleja y explosiva madeja de conflictos y alianzas locales en el escenario bélico de los Balcanes, el presidente bosnio Alia Izetbegovic buscó apoyo en Washington para una mejora de la oferta territorial para la futura república de mayoría musulmana tras la división de Bosnia en la mesa de negociaciones. Izetbegovic recibió poco más que buenas palabras del presidente Bill Clinton con el que se entrevistó durante una hora. Pero la presión de Washington sirvió para que Izetbegovicmostrará su disposición a volver a la mesa de Ginebra.

Que a estas alturas del conflicto Clinton se limite a pedir una "solución justa" en las negociaciones demuestra que tras los cambios de política, declaraciones y amenazas, la Casa Blanca sigue sin tener una política definida para la región balcánica.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_