Una concejala de IU de Madrid, entre las invitadas a la mansión filipina de Elizalde

Rosana Díaz, de 23 años, concejala de Juventud y Mujer del Ayuntamiento madrileño de Rivas-Vaciamadrid, fue una de las invitadas a la mansión del potentado filipino Manuel C. Elizalde, de 56 años, según consta en las diligencias judiciales. Díaz, edil de Izquierda Unida, visitó Manila a mediados de 1991. En su domicilio de Madrid, su marido, que contestó el teléfono, se negó a hacer ninguna declaración al respecto. "Rosana está de vacaciones y, mientras la policía no la llame a declarar, no tiene nada que decirle a la prensa", dijo.

La edil de Rivas-Vaciamadrid ya fue objeto de atención extrapolítica cuando en 1992 apareció una foto suya a todo color en ropa interior en la revista Interviú. Su viaje a Filipinas para participar, al parecer, en un spot publicitario, no era ningún secreto en Rivas.La supuesta trama de trata de blancas y tráfico de joyas es la comidilla de la ciudad del Guadalquivir, plagada a estas alturas de enviados especiales de toda la prensa nacional. Sin embargo, el material informativo recogido por la policía a partir de las declaraciones de ocho presuntas víctimas de la trama, empieza a hacer aguas por todas partes. Hasta el punto de que fuentes de la propia Dirección General de la Policía, en Madrid, consideraron oportuno precisar ayer que "carece de base la existencia de una red de prostitución", así como que, "hasta el momento, no se ha podido demostrar tampoco la existencia de un posible tráfico de joyas que utilizara a las jóvenes modelos como correos".

También fuentes judiciales manifestaron su asombro a este periódico, por lo endeble de la investigación policial remitida al Juzgado número 13 de Sevilla, y por la divulgación de nombres de conocidas modelos y presentadoras de televisión a las que nadie ha llamado a declarar todavía.

El contenido de las declaraciones de las jóvenes que sí han pasado por las dependencias policiales, todas ellas voluntariamente, -aparte de exótico y fantasioso- no permite elaborar ninguna acusación con base sólida sobre la comisión de ningún delito tipificado en el Código Penal. Ninguna de ellas, ni siquiera la presunta implicada en la captación de las modelos, la aristócrata sevillana Genoveva Osborne Ybarra, ha presentado testimonio aún ante la juez encargada del caso, María Auxiliadora Echávarri.

Entre tanto, menudean los comunicados redactados por algunas de las modelos y personas aludidas con su nombre y apellidos, en relación con la supuesta trama, nada más estallar la noticia, el martes pasado. Algunas como Raquel Revuelta y Esther Arroyo -las dos ex miss España-, han saltado a las primeras páginas de los periódicos en este oscuro asunto, a partir de alusiones de la propia Genoveva Osborne que constan en las diligencias, sin haber llegado a viajar a Filipinas. Ambas han anunciado, a través de sus abogados, que emprenderán acciones judiciales.

Quienes sí han reconocido haber visitado la fastuosa mansión de Elizalde en Manila, caso de la presentadora de Tele 5 Arantxa del Sol y de la ex miss España Eva María Pedraza -que ha defendido el buen nombre de El Manda-, niegan rotundamente que tras los reportajes publicitarios para los que posaron se esconda ninguna trama delictiva. En todo caso las pruebas brillan por su ausencia.