Decepción
La Real Academia de la Lengua Vasca Euskaltzaindia fue recibida (el 30 de julio), en un importante acto en Pau, en el Parlement de Navarre, que es como todavía se llama la sede del Consejo General del departamento francés de los Pirineos Atlánticos. En la mesa presidencial se sentaron François Bayrou, presidente del Consejo General y ministro de Educación; José Antonio Ardanza, lehendakari del Gobierno Vasco; Javier Marcotegui, consejero de Cultura del Gobierno de Navarra, en representación del presidente Juan Cruz Alli, y Jean Haritschelhar, presidente de la Academia. La sala estaba ocupada por senadores, parlamentarios y otros cargos electos, además de los miembros de número y correspondientes de Euskaltzaindia, sin olvidar a los diputados generales de Vizcaya y Guipúzcoa y al diputado de Cultura de Álava, representando al diputado general de esta provincia.Muchas y muy importantes cosas se dijeron en el acto, y particularmente cosas nuevas, en boca del ministro francés de Educación. Recordó, por ejemplo, que aquellos muros no eran extraños a la celebración, pues, entre otras cosas, fue la madre de Enrique IV quien encargó la primera traducción del Nuevo Testamento a la lengua vasca. Arremetió contra el jacobinismo, defendió la enseñanza bilingüe, habló de la riqueza de la diversidad y terminó diciendo: "Francia tiene necesidad del euskera".
EL PAÍS, periódico que pretende seguir atentamente la realidad vasca, y que con frecuencia se hace eco de hechos infinitamente menos importantes de Euskal Herria de ambas vertientes del Pirineo, entre ellos detenciones, bombas, etcétera, no ha publicado, salvo error, una sola línea acerca de este acontecimiento, que afecta a una de las reales academias de la lengua y a una de las lenguas de España. Reciban el testimonio de mi decepción y mi protesta.-
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