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General Motors ha reparado el 32% de los Saturn defectuosos desde el 10 de agosto

General Motors ha reparado, desde el pasado 10 de agosto, el 32% de los 352.000 coches modelo Saturn vendidos con un de fecto de fabricación que provocaba el incendio del vehículo. El coste de estas reparaciones, según expertos del sector, asciende a unos ocho millones, de dólares (alrededor de 1.100 millones de pesetas). La compañía asegura no tener datos, aunque su temor radica en la repercusión que pueda tener en las ventas futuras.

El descubrimiento de un defecto de fabricación en los Satum evitó un desastre de dimensiones planetarias. El coche, uno de los automóviles estrella creado para competir con los modelos japoneses, podía arder, incluso parado, debido al calentamiento de un pequeño cable. El pasado 10 de agosto, con 34 coches quemados, General Motors envió casi 400.000 cartas para pedir a los propietarios del Saturn que llevaran sus coches a reparar lo antes posible. La contundencia con la que la companía reaccionó ha conseguido disminuir la pólemica y acallar las críticas. La clave para que este caso no acabara en tragedia ha sido que en ninguno de los 34 Saturn que han ardido desde 1991 se han producido muertos o heridos. Sin embargo, esta fortuna no ha impedido que General Motors y su fábrica Saturn de Tennessee hayan sufrido un duro golpe en su reputación en un momento en el que Chrysler y otros competidores se pruparan a lanzar modelos para competir con el Saturn. El coste de la reparación es una cantidad discreta si se compara con el coste de indemnizaciones por muertos y heridos que han pagado en los últimos meses las empresas automovilísticas norteamericanas.

"Nuestros clientes están res pondiendo con muestras de aprecio hacia una compañía que reconoce sus errores", manifestó ayer el portavoz de Saturn, Bill Betts. "Los usuarios saben que hemos actuado, incluso antes de que el Gobierno recibiera quejas sobre el coche", dijo. Los primeros casos de motores incendiados datan de 1991, pocos meses después de que el Saturn saliera al mercado. Sin embargo, la compañía no identificó el defecto hasta el pasado abril.

Cortocircuito

El problema de los Saturn es que cuando se produce un pequeño cortocircuito en el alternador, el cable que lo conecta con la batería se sobrecalienta hasta el punto de incendiar el plástico y el aislamiento del motor y provocar las llamas. La reparación dura aproximadamente 25 minutos y consiste en cambiar el cable por otro que funciona como un fusible desconectándose cuando se produce un cortocircuito. El único problema ahora es que si se produce un cortocircuito, la batería quedaría desconectada y sólo quedarían 20 minutos para llegar a un taller.Portavoces de GM restaron importancia a este hecho y destacaron que su interés primordial es evitar el incendio de los motores. Las mismas fuentes aseguraron no tener datos sobre el efecto que este escándalo ha tenido en las ventas del Saturn, el vehículo que hasta ahora se situaba como el tercer favorito de los consumidores norteamericanos, tras los japoneses Lexus e Infiniti.GM invirtió 2.000 millones de dólares en 1991 para construir una planta inspirada en la misma filosofía que emplean las empresas automovilísticas japonesas. El Saturn fue un éxito y en poco tiempo pasó a competir con el Toyota Corolla, Honda Civic y Geo Prism.

Con su rápida reacción, General Motors ha querido evitar un fiasco como el del Pontiac Fiero. Siete años después de que se detectara el defecto, la compañía reconoció finalmente que había un problema de construcción. Entonces, uno de cada 400 Pontiac Fiero se incendiaba. Ahora, sólo ha sido uno de cada 10.000 Saturn.

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