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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Enfermos y heridos de Sarajevo

Desde Split salen diariamente alrededor de 15 vuelos hacia Sarajevo. De éstos, nueve son franceses y el resto de otras nacionalidades. Estos aviones transportan unas 14 toneladas de ayuda humanitaria, única que, desde hace meses, entra en la ciudad asediada. Esas 210 toneladas son vitales para los 360.000 habitantes de Sarajevo. Según los pallets y su peso, los militares de Unprofor meten en sus aviones un número de periodistas o funcionarios de ACNUR (UNHCR) que oscila entre uno y seis. Ningún informador tiene que esperar más de 24 horas para que le toque el turno. El regreso de estos aviones se hace en vacío. Cuando me presenté en el aeropuerto de Sarajevo a bordo de un BMR de 10 plazas, a las ocho de la mañana, éramos tres periodistas y tres soldados franceses que marchaban de permiso. El interior del avión, utilizado generalmente para mercancías o tropas paracaidistas, tiene bastante espacio para acomodar a medio centenar de personas en camillas. Todo el avión estaba vacío. Despegó a las nueve horas y durante el día habría otros 15 vuelos. El trayecto Sarajevo-Split es de 45 minutos. ¿No pueden utilizarse esos vuelos para sacar 41 enfermos o heridos graves? No es sólo Irma Hadzimuratovic, cuyos ojos de gacela herida captó la cámara de Morten Hvaal. Son tres niños diarios, las víctimas de francotiradores o metralla de mortero. Los hospitales de Sarajevo no tienen electricidad. Se opera con cascos de minero y lámpara de petróleo. No hay oxígeno. El doctor Mufid Lazovic ha realizado 600 amputaciones de miembros en los 16 meses que dura el asedio.Las órdenes de la ONU son interpretadas de forma diferente según el cuerpo expedicionario. Los franceses, latinos al fin y al cabo, son los más sensibles ante la miseria humana. Un matrimonio que intentaba entrar en Sarajevo porque su hijo tenía meningitis y en su poblado no era posible atenderle, se vió rechazado por los soldados de Unprofor de una nacionalidad que prefiero no mencionar. En medio de la pista de aterrizaje, tirados en el suelo, soportaron los disparos de los serbios hasta que llegó el relevo francés, que envió una tanqueta a recogerlos. No he sabido lo que le sucedió después al niño, una vez en el hospital Kosevo, en ruinas.

Se habla del precio de los cuidados en hospitales de ese bastión de libertades y respeto a los derechos humanos que es la CE. John Major, en busca de una popularidad que no reflejaban las encuestas de su país, se ha marcado un tanto con Irma. ¿Qué hacemos aquí en España? Un CN-235 de CASA puede sacar a los 41 enfermos y heridos de Sarajevo. Nuestra Seguridad Social, la Cruz Roja, Cáritas, los donativos del pueblo español, pueden hacerse cargo de buen número de eso bosnios que luchan por la coexistencia de creencias y etnias (sólo hay una: la eslava). ¿Cuántos cirujanos españoles, cuántas camas de hospital estamos dispuestos a aportar gratuitamente sólo porque estos bosnios representan la tolerancia y la libertad?

El invierno empieza a finales de septiembre, y en Sarajevo y Bosnia central es especialmente duro. ¿Podemos seguir disfrutando de nuestras vacaciones sabiendo que, a tres horas de vuelo, tenemos el sufrimiento de tantos millones de seres? Los militares de Unprofor llaman "síndrome de Sarajevo" a la tortura psicológica que traemos todos los periodistas que hemos estado allí y que deseamos poder volver porque allí se juega el destino de Europa. Susan Sontag, Gunter Grass y Goyúsolo lo han explicado mejor que nadie.

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La Comisión Médica Internacional se reúne cada cuatro semanas en Sarajevo para decidir quién debe ser evacuado y lo hacen en función de los hospitales europeos que no requieren el pago garantizado de la hospitalización. Esa no es mi Europa-

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