Justicia ultima el proyecto de ley que le permitirá crear su propio cuerpo armado para vigilar las prisiones

Instituciones Penitenciarias pretende crear un cuerpo armado propio para sustituir a la Guardia Civil en la vigilancia del exterior de las cárceles. La creación del denominado "cuerpo de vigilancia exterior" está recogida en el borrador del anteproyecto de ley de funcionarios de la Administración Penitenciaria, en cuyo preámbulo se explica que sólo por "razones históricas" son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado las que vigilan los muros de las cárceles.Este texto recoge, además, rígidas normas para los trabajadores de prisiones, a los que se podrá sancionar si critican o muestran en público su disconformidad con la orden de un superior.

Los funcionarios de prisiones se han regido hasta ahora por la Ley General de la Función Pública, como recuerda el propio borrador. Pero a renglón seguido asegura que es necesaria una norma específica para los de prisiones porque se han detectado, "insuficiencias y disfunciones", y argumenta que, en ocasiones, la reglamentación general es "abiertamente inadecuada, cuando no contradictoria", con el funcionamiento de las cárceles.

El borrador señala que el trabajo de los funcionarios se puede "parangonar" al de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Esta referencia a las Fuerzas de Seguridad y la pretensión de crear un cuerpo armado propio para las prisiones han reforzado las sospechas de algunos sindicalistas de prisiones de que se pretende "convertir en casi policías" a los funcionarios de las cárceles.

El artículo 60 del citado documento recoge textualmente que el cuerpo armado tendrá como misión "la seguridad y la vigilancia exteriores de los establecimientos penitenciarios". En la actualidad, esta misión es desarrollada por la Guardia Civil. Su sustitución supondría la creación de un cuerpo armado dependiente de la nueva Secretaría de Estado de Asuntos Penitenciarios.

En el borrador se asegura que la vigilancia "no es una labor ajena a la institución penitenciaria, sino que es una manifestación, y no la menos importante, de la política de cada centro".

En el proyecto se considera una falta importante la embriaguez, no sólo cuando los funcionarios están de servicio, sino incluso fuera del servicio, "cuando afecten a la imagen de las Instituciones Penitenciarias o de la Función Pública".