El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK),
que propugna un Estado independiente en el sureste de Turquía, liberó ayer a dos extranjeros que permanecían en su poder desde hace cinco semanas: un ciudadano británico y una australiana. Un día antes, la guerrilla puso en libertad a cuatro turistas franceses capturados 17 días antes cuando su autobús recorría la provincia Van. La razón esgrimida para el secuestro fue que no habían pedido permiso para entrar en el Kurdistán-
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