Los vecinos, menos que geranios
Queremos felicitar al Ayuntamiento de Madrid por su enérgica campaña contra los ruidos ambientales en la ciudad. Nos parece muy bien que la Casa de la Villa vele por la tranquilidad y el sosiego en las calles y defienda el derecho de los ciudadanos al descanso y al silencio. ¿Qué menos que hacer prevalecer los derechos del vecindario contra determinados intereses particulares?Sin embargo, nos desconcierta que, de pronto, ese mismo Ayuntamiento consienta y promueva actividades al aire libre en la plaza del Rollo, en pleno Madrid de los Austrias, perpetrando un atentado estético contra la zona, protegida histórica y artísticamente, y una agresión acústica contra los vecinos de la citada plaza, diariamente hasta la madrugada y los domingos por la mañana, durante tres largos meses, sin que, al parecer, podamos hacer nada para evitarlo.
Pues bien, sepa la señora concejala de Medio Ambiente y Cultura, Esperanza Aguirre, que vamos a emplear todos los medios legales a nuestro alcance para impedir dichas actividades, sin descartar medidas espectaculares si el Ayuntamiento persiste en su sordera. No tenemos nada contra el teatro, muy al contrario, pero como ciudadanos nos negamos a ser discriminados y exigimos del gobierno municipal que defienda nuestro derecho al silencio y al descanso. La señora Aguirre cierra la terraza de la Casa de Vacas en el Retiro porque constituye una agresión contra la flora del parque. Nos parece muy bien que se proteja el medio ambiente. ¿Pero acaso los vecinos de las calle del Rollo, Sacramento y otras colindantes somos menos que las plantas y tenemos que soportar ruidos importantes, molestos e injustificados por una actividad patrocinada por el mismo Ayuntamiento que atenta contra nuestra integridad psíquica?
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