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EL NUEVO ORDEN MONETARIO

Una flotación 'de facto' que dificulta la especulación

Victoria Carvajal

Las divisas más débiles del Sistema Monetario Europeo aguantaron bien el estreno de sus nuevas bandas de fluctuación, acordadas por los Doce en la madrugada de ayer. La peseta, el franco francés, el escudo, la corona danesa y el franco belga se depreciaron inicialmente por debajo de su antiguo límite de depreciación, aunque bajo una presión temerosa que impidió a las monedas caer más de un 21/o ó 3% con respecto al viernes, pese a que el nuevo margen es del 15%.

La divisa española, de hecho, cerró dentro de su anterior banda de fluctuación del 6%, a 83,20 pesetas por marco, y se apreció hasta las 143,50 frente al dólar.

Por el momento, los Doce parecen haber logrado parar los ataques. La flotación de facto de las divisas -que pueden llegar a oscilar un 301/o-aleja los límites en los que los bancos centrales deben intervenir, aumentando el riesgo de la especulación.

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"Los mercados tienen más difícil apostar contra alguna divisa como lo hacían la semana pasada, porque los límites de intervención de los bancos centrales están mucho más lejos", apunta Jorge Whurmann de Finconsult.

Caída de tipos

Para los operadores, el Sistema Monetario está muerto. Pero es precisamente la desaparición de las paridades fijas entre monedas lo que permite esperar una pronta bajada de tipos de interés en las economías europeas, que ahora han conseguido deshacerse del yugo alemán.Su tipo de cambio ya no es un impedimento. "Los tipos de interés caerán fuertemente en toda Europa continental", vaticinan los expertos de Salomon Brothers International, que ponen como ejemplo la experiencia británica. La libra esterlina, que abandonó el Sistema Monetario Europeo en septiembre de 1992 junto con la lira italiana, en la primera tormenta monetaria, cayó más de un 15% con respecto a su cambio central cuando el Banco de Inglaterra recortó drásticamente sus tipos de interés.

Las perspectivas de recuperación han devuelto a la libra esterlina a sus antiguas bandas de fluctuación. Irónicamente, hay quien piensa que el gran perdedor de la crisis del Sistema Monetario Europeo es Alemania.

Es el caso de Santiago Fernández, de la sociedad de valores Beta Capital, que lo tiene muy claro: "El resto de la Comunidad Europea rebajará finalmente sus tipos y las economías comenzarán a recuperarse, mientras Alemania sigue debatiéndose entre seguir controlando la inflación o hacer frente a la profunda crisis económica que atraviesa", asegura.

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