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EL NUEVO ORDEN MONETARIO

Alborozo en Londres por el 'entierro' de la unión monetaria

Enric González

El Gobierno británico fue incapaz de disimular ayer su satisfacción ante el colapso del Sistema Monetario Europeo (SME). El primer ministro,, John Major, afirmó que el calendario establecido en Maastricht para la unión económica y monetaria "carecía por completo de realismo" y lo dio por muerto. El canciller del Exchequer, Kenneth Clarke, señaló a su vez: "Toda la Comunidad ha acabado sufriendo los fallos del SME, que nosotros denunciamos hace casi un año".El euroescéptico lord ReesMogg decidió por su parte dar por finalizada su batalla legal contra Maastricht. "No hace falta seguir, porque el tratado ya está destruido", declaró con sarcasmo. La retirada de lord ReesMogg da por concluida la ratificación en el Reino Unido. El texto británico del tratado fue remitido ayer formalmente al Ministerio de Asuntos Exteriores italiano ' garante del Tratado de Roma y sus adiciones. No carece de ironía el hecho de que, después de la feroz batalla librada en Westminster en torno a Maastricht, el fin de la ratificación coincida con el hundimiento del SME, principal soporte físico del tratado. Ya sólo falta ahora el si de Alemania.

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John Major apenas pudo disimular su sentimiento de victoria, al cabo de un año de penurias. La libra esterlina, expulsada vergonzantemente del SME en septiembre pasado, se mantenía ayer fuerte en su confortable flotación; el otrora robusto franco francés, por el contrario, estaba desfondado.

Major subrayó el cambio de papeles y proclamó que su retirada del SME había quedado "plenamente justificada"; pero consideró positivos los esfuerzos por mantener algún tipo de coordinación entre las divisas de la CE. "Al Reino Unido no le conviene la inestabilidad monetaria en Europa. Comprendo perfectamente la decisión de ampliar las bandas de fluctuación, preferible a la suspensión de todo el sistema", afirmó el primer ministro.

La libra no reingresa

Tanto Major como su canciller descartaron un hipotético reingreso de la libra en el SME en un futuro próximo, a pesar de que, con los actuales márgenes y cotizaciones, la divisa británica encajaría perfectamente en su ' antigua franja. "La política económica del Reino Unido seguirá dirigiéndose desde el Reino Unido, conforme a los intereses del Reino Unido", manifestó el canciller Clarke. "Los últimos acontecimientos permitirán al resto de los países hacer lo que hicimos nosotros: bajar los tipos de interés y combatir el desempleo", agregó.El ex canciller del Exchequer Norman Lamont, cuya carrera política quedó hecha trizas cuan-. do cayó la libra, se sumó también al festejo. "Maastricht está muerto", afirmó el cada vez más euroescéptico ex canciller. La organización empresarial Institute of Directors acogió con similar alborozo la "práctica suspensión del SME". "La Comunidad Europea está por fin libre de distorsiones artificiales", afirmó el director general de la institución, Peter Morgan, quien sugirió que "el colapso de los planes para una moneda única debe dar paso a la urgente consideración del uso de una moneda común, paralela a las divisas nacionales, que devuelva la estabilidad necesaria a los mercados y reduzca el coste del comercio entre los distintos países".

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