Hezbolá responde con cohetes al bombardeo israelí

La cruenta batalla entre el Ejército israelí y la guerrilla libanesa Hezbolá entró ayer en su segundo día. El último balance es de 38 muertos y más de 100 heridos. Hezbolá respondió a los ataques con el lanzamiento de cohetes sobre Galilea, mientras dos soldados israelíes perdieron la vida en la franja de seguridad. Pese a todo, una acción terrestre parece descartada. Israel quiere dar por terminada la operación ajuste de cuentas antes del 31 de julio, día en que el secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, llega a Jerusalén.

La fase b de la operación ajuste de cuentas ha comenzado. Los bombardeos de la aviación israelí, en los que participaron aparatos F-15 y helicópteros Cobra, se han intensificado sobre Nabatiyeh, en el valle de la Bekaa, bajo control sirio, sobre Machghara, al oeste, y sobre Zibqine y Jirbet Slim, enclaves del sur de Líbano. Fuentes occidentales han confirmado la utilización de bombas de fragmentación.La Marina volvió ayer a actuar. Varias fragatas israelíes bombardearon desde el mar una base integrista en Trípoli, a 80 kilómetros al norte de Beirut. Un comando naval desembarcó atacando durante la noche el campo de Al Bidawi, y pudo regresar sin novedad. Pero a pesar de las advertencias de Jerusalén, la guerrilla integrista continúa lanzando katiushas (cohetes) sobre Galilea. A cada incursión de la aviación israelí responde con determinación. En la noche del domingo, estos ataques ocasionaron dos muertos entre la población civil.

La artillería israelí batió ayer con los potentes caílones de 155 milímetros una amplia zona al norte de la franja de seguridad. Este tipo de acciones suelen preceder el avance de la infantería. Pero los mandos del Ejército de Tierra israelí (Tsahal), aunque han incremeritado el número de sus acciones, insisten en que una operación terrestre a gran escala, con la movilización de carros de combate, está descartada.

El problema es de tiempo. Aunque el viceministro de Defensa, Motta Gour, aseguró ayer que "no está rijado el día del final de las operaciones militares en Líbano", los observadores políticos creen que la fecha tope es el 31 de julio, el día en que el secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, llega a Jerusalén. Un portavoz del Departamento de Estado confirmó anoche que el responsable de la diplomacia de EE UU mantiene su viaje programado a la zona a pesar de los últimos acontecimientos.

Soldados israelíes muertos

Ayer a última hora de la tarde, un comando terrestre de Hezbolá mató a dos soldados israelíes en Braachit, al borde de la franja de seguridad. El Gobierno hebreo sólo reconoció la existencia de una víctima.La tensión es muy grande. Israel considera que Siria dispone del poder político para acallar a He2:bolá. Pero para Damasco, la acción israelí contra Líbano constituye un intento de sabotear las conversaciones de paz sobre Oriente Próximo justo antes de la visita de Christopher a la región.

Líbano solicitó ayer la celebración de una reunión urgente del Consejo de: Seguridad de las Naciones Unidas "para poner fin a las agresiones israelíes", según anunció el ministro de Exteriores, Farés Boueiz. Una primera reunión para consultas informales fue programada para anoche, antes de ser cancelada al último momento después de que el representante fibanés anunciara que había desistido de pedirla. Este cambio de posición repentino se debe, aparentemente, a fuertes presiones ejercidas por Washington sobre el Gobierno de Beirut.