"Soy un producto de la suerte"
Harrison Ford, que acaba de cumplir 51 años, tiene la apariencia de un hombre reservado, serio y profesional. Todo un contraste con algunas de sus creaciones con que se le suele identificar: Indiana Jones o Han Solo, que son dos de los más famosos personajes interpretados por este célebre actor estadounidense. "Yo no tiendo hacia lo imposible, reconozco mis límites, y quizá me he concentrado en no correr excesivos riesgos en mi carrera", señala Ford. Y añade acto seguido: "Me gustan los papeles que poseen una fuerte base de lo que todos entendemos como justo, de la diferencia entre el bien y el mal", añade el actor.Harrison Ford, que es de los que se definen de lo particular a lo general, elige a sus personajes de acuerdo a las emociones que le despierta la primera lectura de un guión. Cuenta el actor: "Cuando leí El fugitivo, enseguida me di cuenta que el doctor Richard Kimble era un hombre honrado, que luchaba para recuperar su reputación y su libertad". Y subraya: "Me gusta trabajar con el personaje en las circunstancias que se desarrollan a lo largo de la propia historia, por lo que no quise ver ninguno de los episodios de la serie de televisión en que la película se basa paria no caer en imitaciones". Y continúa: "Además, el papel de protagonista en cualquier película no permite demasiada espontaneidad al actor, por lo que dejo que mi corazón y mi mente se abran al personaje e intenten interpretarlo tal como es".
Ford no sólo participa activamente en dar forma a personajes como el doctor Kimble, sino que también contribuye en el diseño de decorados, rodaje y redacción del guión. Dice: "Me gusta estar involucrado en todo el proceso cinematográfico, y en los diferentes campos que le rodean, ya sea diseño, selección de exteriores y cambios en el diálogo, por mencionar algunos", explica.
En El fugitivo, que dirige Andrew Lewis y que se estrenará en septiembre en españa, Ford propuso la idea de que Kimble llevase barba durante las primeras escenas del filme. Según el actor, el acto de afeitarse la barba supondría una forma convincente de encubrir la identidad del personaje. 'Tos estudios Warner Brothers, que financian la película, no compartían la idea", recuerda Ford, "pero pudimos lograr un acuerdo después de presentarles argumentos a favor".
A pesar de haber sido el protagonista de seis de las películas más taquilleras de la historia. del cine (la trilogía de Indiana Jones, con Steven Spielberg, y La guerra de las galaxias, con George Lucas), Ford asegura que nunca persiguió la fama. "Yo quería ganarme la vida trabajando de actor", señala. "Nunca imaginé que iba a alcanzar tanto éxito. Mi ilusión no era hacerme famoso ni rico, sino lograr subsistir con lo que más me gusta, actuar", agrega.
Ford, nacido y criado en Chicago, comenzó su carrera como actor en pequeñas producciones teatrales de verano mientras estudiaba en el Ripon College, de Wisconsin. Tras mudarse a Los Ángeles y ser contratado por Columbia, y después Universal, Ford interpretó su primer papel en Dead heat merry-go-round, en 1964. Entre rodajes, Ford trabajó como carpintero diseñando decorados para películas. En 1977, el actor saltó a la fama internacional con su interpretación de Han Solo en La guerra de las galaxias. "Yo soy un producto de la suerte. Soy un actor que comenzó a trabajar con gente muy profesional y logró situarse en el lugar adecuado, en el momento justo", destaca. "Una de las cosas que no me gustan de la fama es haber perdido mi intimidad y tener que vivir bajo una sensación continua de anonimato", añade.
Ford vive con su esposa, la guionista Melissa Mathison (ET el extraterrestre), y con sus dos hijos menores en un rancho de Wyoming, uno de los Estados más recónditos y menos poblados del
país. "Es un lugar precioso, lleno de naturaleza, en donde mis hijos y mi esposa pueden vivir con plena seguridad. Soy muy afortunado en poder gozar de este privilegio".
Ford se autodefine como un actor sin ídolos ni favoritos, pero que se ve en la obligación de realizar el mejor trabajo posible. "Por favoritos, no tengo ni un sabor predilecto de helado,pero en mi profesión de actor me gusta reunirme con gente cuyo trabajo habla por sí solo", declara.
En cuanto al concepto de reinvertarse a sí mismo cada cierto tiempo, con el fin de no perder su atractivo como estrella del cine, Ford es contundente: "No creo en ello. Yo soy un actor, no un filósofo. Mi idea es seguir trabajando lo mejor que pueda", responde. "Cada película es un esfuerzo de colaboración entre un equipo de profesionales. No hay límite para mejorar, pero es necesario entregar el trabajo dentro del tiempo establecido".Como comentario de despedida, el actor esboza una sonrisa mientras responde a una pregunta que hace alusión a la posibilidad de un nuevo proyecto con Spielberg o Lucas. "Están pensando en una nueva aventura de Indiana Jones, pero no quiero entrar en detalles ni adelantarme a los acontecimientos", subraya. "En Hollywood, la gente tiende a anunciar nuevas películas cuando ni siquiera existen los guiones, y eso no me gusta", puntualiza Ford.
En El fugitivo, estrenada el pasado sábado en Los Ángeles, Harrison Ford continúa su trayectoria cinematográfica como modelo del héroe moderno: sensible, introvertido, bondadoso y astuto. El filme, basado en la popular serie de televisión de los años sesenta, se centra en las peripecias de un reconocido cirujano de Chicago, el doctor Richard Kimble, en su obsesiva búsqueda del asesino de su mujer. Kimble, interpretado por Ford, es declarado culpable del homicidio de su esposa y condenado a la pena de muerte. Tras salir ileso de un aparatoso accidente en el camino a una prisión de máxima seguridad, Kimble se da a la fuga en busca del verdadero asesino para probar su inocencia.
La película está dirigida por Andrew Davis y es considerada un clásico ejemplo del género negro o thriller, que mezcla suspense, drama y acción bajo una misma trama. Tommy Lee Jones, candidato al oscar como mejor actor secundario por su papel en la película JFK, dirigida por Oliver Stone, interpreta al murshall Sam Gerald, jefe del equipo de agentes federales responsable de la captura del fugitivo médico.
A pesar de que El fugitivo cuenta con una línea previsible de sucesos, las persecuciones, huidas y desarrollo de escenas logran mantener el interés del espectador al mismo tiempo que entretienen gracias a su ritmo y colorido. Harrison Ford parece querer regresar con este filme a sus papeles en Frenético y Juego de patriotas, películas en las que interpretó personajes cotidianos que se convierten en héroes a consecuencia de situaciones que les fuerzan a ello.
El filme, cuyo rodaje se llevó a cabo en la ciudad de Chicago y en el Estado de Carolina del Norte, incluye momentos muy espectaculares en cuanto a efectos especiales, sobre todo en las complicadas tomas del descarrilamiento de un tren, y en la escena que se desarrolla en los túneles de una presa.
La idea básica de El fugitivo, al igual que ocurría en la serie televisiva, que protagonizó David Jansen, gira en torno a la peripecia de un hombre inocente enfrentado a una constante pesadilla de la que no puede despertar. Harrison Ford da vida a un personaje desesperado, carente de identidad, que huye constantemente de la justicia, mientras intenta descubrir al verdadero asesino de su esposa. Su única esperanza es tratar de enmendar el pasado antes de ser capturado por el incansable y meticuloso policia federal que sigue sus pasos.
Al igual que David Jansen en la serie original de El fugitivo, Ford logra evadirse con asombrosa facilidad del equipo de agentes federales que manda Sani Gerald. El desenlace provee las últimas piezas de un complicado rompecabezas que resuelve todas las incertidumbres. La célebre serie, que comenzó a emitirse en en blanco y negro en septiembre de 1963 por la cadena de televisión estadounidense ABC, obtuvo un nivel de audiencia del 70% durante su último episodio, en el que el doctor Kimble consigue arrinconar al culpable de la muerte de su mujer.
Arnold Kopelson, productor de El fugitivo, que obtuvo el oscar a la mejor producción por Platoon en 1987, asegura que la película podrá complacer tanto a los aficionados de la serie como al público que no llegó a verla.
Babelia
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