_
_
_
_

Rusia pide al FMI que le perdone parte de su deuda exterior

Pilar Bonet

Rusia debe: conseguir que le perdonen parte de la deuda exterior de la antigua URSS, ya que, de todas formas, no está en condiciones de cumplir con las obligaciones que asumió al hacerse cargo de la herencia soviética. Así lo ha manifestado Konstantin Kagalovski, representante de Rusia en la junta directiva del Fondo Monetario Internacional (FMI), al periódico Sevodnia. La deuda exterior rusa del año 1993 es de 91.700 millones de dólares (12,5 billones de pesetas y se prevé que para 1999 llegue a 16 billones de pesetas.En una información publicada ayer, Sevodnia cita a Konstantin Kagalovski diciendo: "Las deudas de la ex URSS son medios que los Estados y bancos comerciales dieron al régimen comunista. A los acreedores comerciales les daba absolutamente igual para qué se daban los créditos y cómo se aseguraba su devolución. No tenían ningún riesgo comercial, ya que había garantía del Estado".

Kagalovski afirma que Rusia no puede físicamente cumplir con sus obligaciones y que es mejor "encontrar una solución civilizada que dejar de pagar simplemente".

Comenzando en 1994, Rusia deberá gastar anualmente más de la mitad de sus ingresos provenientes de las exportaciones para pagar la deuda exterior, señaló Kagalovski.

La deuda exterior rusa de 1993 es de 91.700 millones de dólares (12,5 billones de pesetas) y se prevé que para 1999 sumará un total de 122.700 millones de dólares (16,8 billones de pesetas).

En 1994, Rusia tiene que pagar 24.700 millones de dólares (3,3 billones de pesetas) en concepto de servicio de la deuda, lo que supone un 55,1% de las divisas que le entran al país en concepto de exportación.

Según Kagalovski, el dinero entregado por los países occidentales en 1989-1990 a la URSS sirvió para "prolongar la agonía del sistema comunista". "Rusia tiene derecho a esperar que parte de esta deuda será condonada".

En opinión de Kagalovski, hay dos maneras de resolver el problema de la deuda rusa. Por un lado, perdón de parte de las deudas, y, por otro, restricciones a los créditos bilaterales de importación que, "por lo general, no son suficientemente competitivos en el mercado mundial".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_