Profunda reestructuración en Economía para "hacer creíble" el cambio de política

El Consejo de Ministros nombrará hoy a Alfredo Pastor nuevo secretario de Estado de Economía, y a Enrique Martínez Robles, de Hacienda. Pastor sustituye a Pedro Pérez, y Martínez Robles, a Antoni Zabalza. El ministro Pedro Solbes, según fuentes del Gobierno, quiere, con estos relevos "hacer creíble desde el primer momento el objetivo de cambio global de política económica". La reestructuración del ministerio, dentro de "la nueva etapa", continuará en las próximas semanas. El proyecto es reducir direcciones generales y cambiar a otros altos cargos, entre los que se da por seguro a Jaime Gaiteiro, director de la Agencia Tributaria.

Solbes habló el miércoles de los cambios con el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, y ayer recibió el placet de Felipe González. El Consejo de Ministros nombrará hoy subsecretario de Hacienda a Juan Antonio Blanco Magadán, un hombre muy afín a Solbes, con quien ya colaboró en su etapa al frente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.Igualmente, y a propuesta de Solbes, el Ejecutivo aprobará el cese de José Juan Ruiz, secretario general, puesto que quedará vacante. El cargo se le ha propuesto a Manuel Conthe, director general del Tesoro, con la intención de que ejerza simultáneamente las dos funcones. Conthe, que es "una pieza clave del nuevo equipo", no es muy receptivo a esa duplicidad y pone incluso en cuestión la necesidad de una secretaría general.

Para secretario de Estado de Hacienda, Pedro Solbes ha optado por "alguien de la casa y que se la conoce muy bien por dentro", como es Enrique Martínez Robles, hasta ahora subsecretario del ministerio. Viejo conocido de Solbes desde sus tiempos de secretario general técnico de Economía, Martínez Robles, inspector de Hacienda, natural de Jaén, de 49 años, desempeñó con anterioridad el puesto de director general de coordinación de Haciendas regionales. Con su nombramiento, se ha querido romper la tónica de hombres venidos de fuera, marcada por las etapas de Borrell y de Zabalza.

Lucha contra el fraude

Los objetivos iniciales, según fuentes próximas al ministro, son "poner orden en Hacienda", "frenar la diarrea legislativa", "hacer funcionar la Agencia Tributaria, dotándola de más eficacia en la lucha contra el fraude" y "centrarse mucho en el tema de presupuestos". A Zabalza, cuya sustitución estaba cantada, no se le perdona el "haber pasado de la Agencia Tributaria", que cuenta con 26.000 personas para intentar controlar el fraude. Sobre el director de este organismo, Jaime Gaiteiro, aún no hay ninguna decisión tomada, pero la opinión en el equipo del ministro es que hay que "optar por el cambio".

En una primera fase, Solbes, cuya prioridad absoluta es reducir el déficit, ha decidido dedicar el grueso de sus esfuerzos personales a Hacienda.

Por eso, para la Secretaría de Estado de Economía ha elegido a un hombre "al que conocía personalmente poco", pero que reúne una impecable formación teórica y experiencia de gestor. Alfredo Pastor, leridano de 48 años, es consejero del Banco de España y director del Instituto de Empresa Familiar, de Barcelona. Catedrático de Economía y doctor por el Massachusetts Institute of Tecnology (MIT), Pastor fue economista del Banco Mundial, director de Planificación del INI y presidente de Enher. En Economía, Pedro Solbes se reservará la negociación del pacto social, la prioridad del Gobierno, y Alfredo Pastor tendrá como principales tareas "el control de la inflación, la reducción de los desequilibrios básicos y el plan de convergencia, cuyos objetivos fijados por Solchaga serán revisados".

El primer objetivo de la reestructuración -"cambiar los dos secretarios de Estado, y de una forma rápida"- ya está cumplido, según afirmaron ayer fuentes de Economía. Ahora, el equipo del ministro Solbes trabaja con más tranquilidad en los siguientes pasos de la remodelación, entre los que figuran la supresión de varias direcciones generales y algunos cambios más de personas en los escalones intermedios.

Entre las direcciones generales que van a desaparecer figura la de Transacciones Exteriores, cuya función normativa será asumida por la Dirección General del Tesoro.