España recibirá entre 6,2 y 6,5 billones de pesetas
En el reparto del pastel comunitario, a España le corresponderá una ración sustancial: entre 6,2 y 6,5 billones de pesetas, de acuerdo con los cálculos efectuados por el ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana. Otras fuentes elevan esa cifra a más de siete billones de pesetas.A lo largo de la madrugada de ayer, se discutió el reparto de 141.000 millones de ecus (más de 21 billones de pesetas). Dentro de este paquete se incluyen los fondos de cohesión. Es esta cantidad, pactada en la cumbre de Edimburgo, la que se reparten España, Irlanda, Grecia y Portugal.
Por este concepto, la cohesión, España recibe unos 15.000 millones de ecus (más de 2 billones de pesetas). El resto, hasta completar los 6,2 ó 6,5 billones de los que dio cuenta Solana corresponden a los fondos que se repartieron en la madrugada del martes.
Irlanda pretendía obtener 11.000 millones de ecus (1,65 billones de pesetas) y se queda en 9.700, según sus portavoces, y en una horquilla entre 8.000 y 9.000 según los otros países. Portugal y Grecia logran unos 19.000 millones de ecus (2,85 billones de pesetas).
La Comisión Europea asegura que las explicaciones ofrecidas en los contactos bilaterales entre delegaciones han dado lugar a unas horquillas para cada país, que deberán ser adaptadas ahora por los propios servicios de la Comisión. A principios de setiembre se aprobarán y publicarán las cifras indicativas por países, lo que producirá muchas sorpresas, según fuentes diplomáticas.
A nadie se le esconde que la parte más cínica del ejercicio nocturno realizado ayer consistió en proporcionar ayuda a los gobiernos más comprometidos con sus opiniones públicas para que puedan explicar lo ocurrido como un éxito político.
De ahí, el cubileteo de cifras y datos que cada delegación ha realizado ante los periodistas: se puede jugar con ecus constantes o con ecus corrientes, se puede traducir a la moneda nacional con la cotización anual media del momento en que se aprobó el paquete presupuestario o con la cotización actual -normalmente hinchada por las devaluaciones-, se puede añadir el fondo de cohesión -que, a fin de cuentas, también es estructural- o dejarlo fuera, y se puede contar lo que realmente estaba en juego ayer por la madrugada -que eran los fondos del Objetivo 1 o las regiones con renta inferior al 75% comunitario- o meter en la olla los fondos comunitarios de todo tipo.
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