El grupo de Pinto Fontán debe al menos 378 millones a proveedores y empleados
José Luis Pinto Fontán (que desde 1987 se apellida Gómez-Pinto) debe al menos 378 millones a empresas proveedoras, a empleados y ayuntamientos, al margen de sus grandes empréstitos con La Caixa y Cajamadrid (2.800 y 3.000 millones, respectivamente) y de las deudas de hace años a las que no pudo hacer frente. El promotor de la urbanización fantasma de Nuevo Versalles y de la polémica Villa Fontana controla un intrincado grupo que sigue dejando construcciones inacabadas, que no paga a sus proveedores y que incumple los acuerdos con algunos empleados.
Precisamente una deuda de 2,5 millones de pesetas con un trabajador ha ocasionado el embargo del Jaguar que conducía el diputado socialista José María Mohedano (véase EL PAÍS del jueves pasado), quien ha usado en los últimos tres años ese vehículo que figura a nombre de una empresa de Pinto Fontán.Sólo en la urbanización inacabada de Las Terrazas de Aravaca (en el barrio residencial de Aravaca, en Madrid) la promotora ha dejado deudas por valor de 345 millones de pesetas a cinco pequeñas empresas. Según los responsables de estas companías -instaladores de gas, electricidad y otros servicios-, la compañía Aravaca Somosaguas (que dirige Pinto Fontán sin figurar oficialmente) dejó de pagar a los acreedores hace muchos meses. Algunos aceptaron como mal menor el pago en especie: unos pisos en la urbanización. Pero tuvieron que hacer frente a varios millones de intereses adeudados por la empresa a La Caixa para poder escriturar las vi viendas. Los 24 vecinos que ya viven en los 58 pisos termina dos de Las Terrazas -faltan 162 por terminar- se quejan de que los proveedores que han cobrado con pisos no contribuyen a los gastos de la comunidad. Además, Aravaca-Somosaguas le debe 1.652.000 pesetas a los vecinos.
El sistema de actuación de las empresas de Pinto Fontán fue siempre el mismo: desde los años setenta dejó deudas no de masiado abultadas de por sí, aunque llevaron a la ruina a al gunos pequeños empresarios que suministran materiales. Muchos de ellos renunciaron a reclamar el pago por vía judicial porque desconfían de la justicia (las empresas de Pinto traspasaban sus propiedades a otras piara declararse insolventes). "Si la deuda no es grande, se gasta casi el mismo dinero que les deben en abogados", se fiala un reciente acreedor.
Dos empresas del grupo -New Techno y Nesso, SA- tienen deudas con los ayunta mientos de Illescas (Toledo) y Guardamar (Alicante), respectivamente. New Techno -la propietaria del Jaguar- fabrica bañeras de hidromasaje en una nave ¡legal de Illescas, y debe al Ayuntamiento dos millones de pesetas en agua. Guardamar reclama 30 millones. La relación expuesta no es exhaustiva, pues muchos acreedores han preferido callar.
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