Antonio López se despide de las multitudes

Antonio López se despide el lunes de las multitudes. Desde el 5 de mayo y hasta el 19 de julio, unas 325.000 personas habrán visitado la exposición antológica de este pintor manchego en el Museo Nacional Reina Sofía, la más visitada en la corta historia de este centro. El pintor ha vivido este baño de celebridad "como se viven las cosas excepcionales". "Ha sido reconfortan te, pero no cómodo", aseguró ayer el máximo exponente del realismo español. Después de este atracón de López, según el propio artista, volverá a sus solitarias madrugadas en la Gran Vía madrileña.

Las largas colas ante la puerta del Museo Nacional Reina Sofía de Madrid han sido el paisaje ha bitual desde la apertura el 5 de mayo de la antológica del pintor realista Antonio López, que presenta 180 obras entre pinturas, dibujos y esculturas. A las nueve de la noche del próximo lunes se clausura la exposición, que ten drá una asistencia aproximada de 325.000 personas. Las colas ante la entrada única de la muestra tienen una espera entre media hora y tres horas, siendo de tres a cinco de la tarde el tramo más fluido. El acceso se regula cada 50 personas, permaneciendo en las salas de la cuarta planta unas 250 personas, según las normas internacionales, que por término medio realizan la visita en 60 minutos.Entre el 5 de mayo y el 12 de julio los visitantes llegaron a 290.481, con una entrada general al museo de 373.298 personas. La máxima afluencia se registró el 2 de julio, con 6.092 visitantes (al museo entraron 8.452), aunque el centro tiene en 9.729 personas el mayor registro, el 12 de septiembre de 1992, con la apertura de la colección permanente.

Antonio López declaró ayer que este baño multitudes no lo ha vivido "con comodidad", aunque sí ha tenido aspectos positivos y reconfortantes. "Lo he vivido como se viven las cosas excepcionales, sobre todo en un pintor con tan pocas exposiciones". Sin embargo, no cree que la celebridad le haga cambiar su forma de trabajar. "Esto no va a alterar mi trabajo, volveré cuando lo necesite a las madrugadas de la Gran Vía".

Tras el desplante inicial de López a la directora del museo, María Corral, por la ausencia en la colección permanente de obras del realismo español, el pintor accedió a exponer en Madrid las 180 piezas que entre pinturas, esculturas y dibujos integran su exposición. María Corral afirma que "el museo no ha rechazado nada, sino que carece de obra de estos autores".

El Reina Sofía tiene en. sus fondos un único cuadro de Antonio López, Los novios, de 1955. "La obra no es representativa del artista. Espero que algún propietario de sus cuadros se sienta generoso y haga donación, o desee pagar los impuestos con ellos, tanto de López como de Laffón y otros realistas, para que estén presentes en la futura remodelación y ampliación de la colección. No hay cuadros de Antonio López a la venta. Si no hay donaciones, tenemos que ponernos a la cola y esperar a que termine alguna obra, como El Campo del Moro". Para el pintor, no es ahora el momento adecuado de plantearse la inclusión de obras realistas en la colección del museo. "No es necesario solucionar el tema del realismo ya. Hay que darle tiempo al tiempo", dijo López, quien aseguró no saber nada del proyecto de terminar su cuadro de El Campo del Moro. También señaló que "el realismo no tiene por qué entrar regalado" a ningún museo. María Corral asegura que desde hace muchos años la polémica realismo-abstracción está absolutamente obsoleta".

Durante dos años, Paloma Esteban, conservadora jefa de las colecciones del Reina Sofía, ha preparado la exposición y el catálogo razonado de las obras. "La primera enseñanza es que un museo nacional debe hacer estas exposiciones de gran público sin bajar la calidad". Para el artista, según la comisaria, ha significado el encuentro con unas treinta obras que no había vuelto a ver desde su realización, y para el público se trataba de una incógnita, ya que el pintor no exponía una individual en Madrid desde hacía 32 años. "El 97% han sido críticas positivas, tanto para la exposición como para el catálogo, y al resto les ha desilusionado".

Los cuadros deberán ser devueltos a sus propietarios en el mes de agosto, según los compromisos adquiridos, por lo que no se puede ampliar la exposición ni acceder a las cerca de diez peticiones de museos. El catálogo registra una lista de agradecimiento a 131 personas y entidades. El ingeniero José Antonio Fernández Ordoñez es uno de los propietarios que espera con ansiedad el regreso de dos obras prestadas, un óleo y un bajorrelieve de madera, comprados a finales de los años cincuenta por 3.000 y 6.000 pesetas. "Como a todos los propietarios, me ha costado prestarlos. Como ocurrió en la muestra de Europalia, los presto porque me lo ha pedido Antoñito y no un museo. Un caso excepcional es que todos los propietarios somos amigos suyos".

Antonio López, que ayer por la tarde visitó el monasterio de El Escorial, participa hoy en una mesa redonda junto a los artistas Avigdor Arikha, Julio López Hernández, Luis Gordillo y Guillermo Pérez Villalta, como clausura del curso El realismo en el arte contemporáneo, dirigido, por Francisco Calvo Serraller, en el programa de los cursos de verano de la Universidad Complutense.