Seis países islámicos ofrecen 21.000 'cascos azules'
Por primera vez desde el comienzo de la guerra en Bosnia-Herzegovina, el mundo musulmán ha adoptado un plan de acción militar de ayuda a la antigua república yugoslava. Seis países islámicos y la Organización para la Liberación de Palestina se comprometieron ayer en Islamabad, al término de la reunión de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), a proporcionar cerca de 21.000 soldados a las fuerzas de paz de las Naciones Unidas en Bosnia, pero puntualizaron que dichas tropas no participarán en ningún plan de partición de la república, como pretenden las fuerzas serbias y croatas. Tres países anunciaron su disposición a contribuir inmediatamente a la fuerza de pacificación: Pakistán (2.500 soldados), Bangladesh (1.220 soldados) y Malaisia (1.500).
El contingente ofrecido por Túnez (1.000 soldados) será enviado en una segunda fase. Los ofrecimientos de Irán (10.000 soldados) y de la delegación palestina (1.000 hombres), que plantean diversos problemas a la coordinación sobre el terreno con las fuerzas occidentales, serán examinados por el secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali, al igual que la oferta de Turquía, dispuesto a enviar una brigada (unos 4.000 soldados).Estas siete ofertas superan ampliamente el contingente reclamado por Gali, que había pedido 7.600 soldados para proteger las seis zonas de seguridad puestas bajo protección de los cascos azules en Bosnia-Herzegovina.
El ministro bosnio de Asuntos Exteriores, Haris Silajdzic, acogió con satisfacción la decisión de la Organización de la Conferencia Islámica, de la que dijo: "Va lo suficientemente lejos... Éste es el límite realista". Y agregó: "Demuestra que la OCI puede trabajar con eficacia. Es una decisión concreta... así es como puede ayuda la OCI".
Arabia Saudí, considerado uno de los países musulmanes más influyentes, ofreció dinero, pero no tropas. Otras naciones, como Argelia, tienen intención de pedir clarificaciones al Consejo de Seguridad sobre el mandato de estas tropas.
El plan de acción adoptado por los 17 países reunidos en Islamabad pide "el cese inmediato y completo de las hostilidades" como condición previa al inicio de negociaciones, e insiste sobre el levantamiento del embargo de armas que pesa sobre el Gobierno bosnio.
Aviones de EE UU
Estados Unidos trasladó ayer 12 aviones a una base militar en el norte de Italia para una posible operación de apoyo a las zonas de seguridad declaradas por la ONU en los enclaves musulmanes de Bosnia. Ocho Jaguar franceses viajarán también probablemente el jueves a un aeropuerto militar cerca de Trieste, al noreste de Italia. Un portavoz del Departamento de Estado reiteró ayer la negativa de Washington a una partición de Bosnia, que imponga por la fuerza las conquistas militares serbias y croatas.
En un informe entregado a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, los mediadores internacionales para la antigua Yugoslavia, David Owen y Thorvald Stoltenberg, señalan que las fuerzas de paz tendrán que retirarse de Bosnia-Herzegovina si continúa la escalada de ataques contra los convoyes de ayuda humanitaria y no hay un aumento de los fondos para alimentos y medicinas con destino a los refugiados.
El informe pide al Consejo de Seguridad que considere el deterioro de la situación sobre el terreno, que oscurece las perspectivas de un acuerdo negociado. Owen y Stoltenberg subrayan que la intensificación de los combates no es el único obstáculo, y se refieren explícitamente a la continua obstrucción y robo con fines militares de la ayuda humanitaria.
"Los convoyes son bloqueados deliberadamente como parte de la estrategia militar de los tres bandos", dice el informe.
En el frente de batalla, el portavoz de las fuerzas croatas en la ciudad de Mostar (capital de Herzegovina), Veso Vegar, inforó de una nueva e importante ofensiva de las unidades musulmanas leales al Gobierno de Sarajevo.
El restablecimiento de agua y electricidad a Sarajevo, acordado el lunes entre el presidente bosnio, Alia Izetbegovic, y el líder de los radicales serbios, Radovan Karadzic, puede hacerse efectivo antes del próximo fin de semana, según manifestó en la capital bosnia el comandante francés Nicolas Studer, ingeniero en jefe de los cascos azules para el sector de Sarajevo.
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