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Los socios de Pinto Fontán dejan en Alicante otra urbanización inacabada

Los desastres inmobiliarios de los socios de José Luis Pinto Fontán -él nunca figura oficialmente- cruzaron la frontera de la comunidad madrileña en 1987, el mismo año en que el promotor cambió de nombre y pasó a apellidarse Gómez Pinto-Fontán. Tras dejar 21 esqueletos de edificios en Nuevo Versalles (Fuenlabrada) y un reguero de deudas, Pinto Fontán llevó algu nos negocios a Alicante, donde suele veranear, según algunos de sus conocidos. En Guardamar, un pueblo de 7.000 vecinos que en agosto acoge a 40.000 turistas, existen ahora 11 estructuras por construir.

Nesso, SA, una de las sociedades que Pinto Fontán parece controlar a través de Anastasio Losada Aparicio, Carlos García Yanes y Juan Antonio Mínguez Gómez -vinculados también a otras de sus empresas-, obtuvo licencia en 1987 del Ayuntamiento de Guardamar para construir 338 apartamentos en una superficie de 15.000 metros cuadrados. Posteriormente (en 1990) redujeron esa cifra a 275 apartamentos.Pero sólo dos de los 13 bloques proyectados se han terminado; los restantes esperan que alguien los compre en una subasta y vista sus pilares desnudos. De momento, un guarda jurado custodia esta urbanización, bautizada con el nombre de Isla Jardín.

Poco después de solicitar la reducción del número de viviendas empezaron los problemas, recuerda Armando Etayo, de la oficina técnica de urbanismo del Ayuntamiento de Guardamar. Nesso, SA, sólo había pagado 8.810.000 pesetas por la licencia de obras y todavía adeudaba 24.768.000.

Cuando se requirió el pago de ese dinero nadie se hizo cargo. "En ese momento desaparecieron los contactos", prosigue Etayo. El Ayuntamiento exigió la paralización de las obras. Pero no necesitaba hacerlo porque en la urbanización Isla Jardín, como bautizaron el proyecto de la costa, ya no se movía un ladrillo.

Acreedores abandonados

Los intentos del Ayuntamiento de contactar con Nesso, SA, y Anastasio Losada Aparicio (en la corporación les suena el nombre de Pinto, pero no recuerdan en qué versión) fueron en vano. Ni en el domicilio social de la empresa -en el paseo de la Castellana, 241- ni en el de Anastasio Losada -en la calle de Villagarcía, 3- contestaban a sus llamadas y escritos.Con los recargos e intereses por demora, la deuda con el Ayuntamiento de Guardamar asciende a 30 millones de pesetas. Pero el Ayuntamiento no es el único acreedor de Nesso en Alicante. Varias empresas subcontratadas se quedaron sin cobrar, la dirección técnica se desentendió y los responsables de la promoción y venta tampoco pudieron ser localizados.

La Caixa -entidad que ha financiado otras obras del mismo grupo constructor, como Las Terrazas de Aravaca, en Madrid- tramita la ejecución de una hipoteca por valor de 200 millones de pesetas. La fecha de la subasta ya está fijada. Será la segunda, porque el pasado 22 de junio se convocó otra que quedó desierta.

Un juzgado de Madrid intentó vender una parte de la urbanización que se había hipotecado como garantía a un préstamo concedido por La Caixa a Nesso y que no se había pagado.

Nadie quiso en esa ocasión hacerse cargo de la urbanización fantasma de Guardamar, así que el juzgado volverá a sacar los inmuebles a la puja.

El Ayuntamiento cree que los proveedores han cobrado posteriormente y no saben de ningún comprador estafado. De haberlo, no escrituró la compraventa.

En el registro que corresponde a Guardamar -en la vecina localidad de Dolores, de 5.800 habitantes- no figura ningún propietario, a excepción de Nesso, SA.

Viviendas embargadas

Todas las viviendas están, o bien embargadas, o bien sujetas a hipotecas. El Ayuntamiento pidió hace ocho meses el embargo de los terrenos a través de un organismo de la Diputación de Alicante que se encarga de recaudar deudas tributarías. También lo embargado por el Ayuntamiento será subastado en breve. El 2 de agosto es la fecha que se baraja.Pinto Fontán sigue sin responder a las diarias llamadas telefónicas de EL PAÍS.

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