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Los ulemas de Marruecos proponen a Hassan II reformas legales para "emancipar" a la mujer

La propuesta coincide con el acceso de dos diputadas al Parlamento

Los ulemas de Marruecos -doctores de las leyes islámicas y expertos en cuestiones teológicas y jurídicas- han propuesto al rey Hassan H la reforma de siete preceptos legales para potenciar la emancipación de la mujer. El dictamen de estos especialistas coincide con la llegada al Parlamento de Rabat de las dos primeras diputadas. Las reformas propuestas afectan especialmente a la regulación del matrimonio, divorcio y patria potestad de los lujos.

La iniciativa de esta reforma jurídica partió del propio monarca alauí y fue anunciada públicamente el pasado mes de septiembre, en una alocución pronunciada en el palacio Real de Skirat ante numerosas representantes de las diversas organizaciones y asociaciones de mujeres de Marruecos, así como de algunos ministros del Gobierno. El encuentro sorprendió a la opinión pública, ya que normalmente, y como explicó el propio rey, "las sesiones de trabajo se desarrollan siempre en presencia únicamente de hombres o ante una mayoría arrolladora de varones".Hassan II, convertido a partir de ese día en un firme defensor de los derechos de la mujer, desveló en su discurso algunas de las razones íntimas y personales que le habían llevado a impulsar esta reforma. Explicó que se sentía profundamente afectado por el caso de una empleada de palacio que, maltratada por su marido, intentaba obtener el divorcio, a lo que éste se negaba si no renunciaba previamente y por escrito a la pensión.

Más allá de la simple anécdota, el soberano habló de los "obstáculos que impiden que la mujer marroquí pueda disfrutar de tranquilidad y del ejercicio de sus derechos", y reivindicó la necesidad de acotar la poligamia y de modificar los requisitos de la repudiación o del divorcio, entre otros. Acabó su discurso anunciando formalmente la reforma de la Muduawana -el código de familia y personal de Marruecos-, elaborada en 1957 por un grupo de siete notables, todos ellos varones, y que se ha convertido en la más importante compilación de medidas discriminatorias con respecto a las mujeres.

La iniciativa real pasó, por disposición del rey, a manos de una comisión de ulemas, que tenía el encargo de estudiar la Muduawana y de proponer las reformas que creyera convenientes y posibles. Esta labor de los teólogos y juristas final¡zó recientemente con la sugerencia de reforma de siete puntos, que hasta ahora han sido enunciados de forma general, sin desvelar las modificaciones concretas.

Matrimonio

Los puntos a reformar afectan al contrato de matrimonio, a la representación legal de los hijos, a la repudiación, a la poligamia, al arbitraje de conciliación de los esposos, a la patria potestad de los niños así como a los gastos de la pensión alimenticia de los menores en. caso de separación.

El texto de los ulemas deberá ser discutido ahora por las asociaciones y organizaciones feministas de Marruecos, según estableció el propio monarca. Pero el rey, previendo desacuerdos importantes por parte de estas organizaciones, alertó que él asumiría, como jefe religioso o Amir al Muminine -conductor de los creyentes-, la responsabilidad de estos cambios.

Ésta puede llegar a ser la. reforma jurídica más importante que se produce en Marruecos desde el año 1947, punto de referencia obligado en la historia de la revolución feminista. marroquí. En esa- fecha, la princesa Lalla Acha, hija del fallecido Mohamed V, pronunció en Tánger, con el rostro sin cubrir, un discurso de marcado carácter político. Este gesto puso al descubierto la situación de marginación e incuria en que se encontraba sumida la mujer y supuso para éstas el inicio de unas expectativas de reforma que nunca llegaron a hacerse realidad.

Escépticas y marginadas

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