"Felipe debe encabezar una cruzada contra el paro"
A sus 75 años, Franco Modigliani sigue dando doctrina. No le importa romper moldes ni provocar en sus intervenciones. Este profesor del Massachusetts Institute of Techriology (MIT), premio Nobel de Economía en 1985, defiende las teorías macroeconómicas keynesianas, con adaptaciones personales. El lunes pasado pronunció una controvertida conferencia en la Universidad de Verano de El Escorial y lueg9 insistió, en declaraciones a EL PAIS, en que "España necesita que Felipe González encabece una cruzada contra el paro".Pregunta. ¿Cuál es la situación actual de la economía española?
Respuesta. Miserable. No encuentro otra palabra para definir la situación. La economía española está a punto del colapso por la alta tasa de desemepleo. Es increíble, e incluso vergonzante, que una sociedad pueda convivir con casi un cuarto de la población activa en paro. No sé cómo pueden dormir por las noches sabiendo que al día siguiente esos tres millones de personas van estar sin hacer nada. Me parece intolerable.
P. ¿Qué haría usted?
R. Es una cuestión de Estado. El nuevo Gobierno debería establecer un programa urgente para reducir el desempleo. Y para ello la única solución es aumentar la demanda en más de un 30% en un horizonte de tres o cuatro años. Ésa, es la única vía posible: hacer crecer la demanda por encima del 7% anual para crear puestos de trabajo. La razón última de la destrucción de empleo es la falta de demanda, y ahí es donde hay que actuar.
P. ¿Cómo estimular la demanda?
R. La solución vuelve a ser sencilla. Casi de libro. Lo primero que hay que hacer para estimular la demanda es reducir drásticamente los tipos de interés. España está en unos niveles de tipos de interés reales de auténtico crimen frente al paro creciente. El Gobierno se ha equivocado en su política monetaria y habría que corregirlo ya. Hay que dejarlos caer hasta el 8% de aquí a fin de año y llegar al 6% en 1994, para conseguir el 4% en 1995.
P. Pero no se pueden bajar los tipos sin contar con el resto de la CE.
R. Ése es el problema. La política monetaria de muchos países comunitarios es errónea por la actitud egoísta de Alemania. El SME está controlado por los irresponsables alemanes, que mantienen unos tipos excesivos y fuerzan al resto de Europa a mantenerlos en la misma línea o sufrir presiones sobre sus monedas. Hay que acabar con esa dictadura.
P. ¿Está proponiendo que España abandonde el SME?
R. Exactamente. No tiene sentido que la peseta se mantenga en el SME si ello obliga a mantener altos los tipos de interés para defender la moneda. Es mejor salirse del sistema, como hicieron el pasado otoño Italia y Reino Unido. No hay que olvidar que la flotación de la lira y la libra permitió bajar los tipos de interés en ambos países, que, en estos momentos, son los dos únicos que estáncreciendo realmente. No tiene sentido gastar las reservas exteriores para defender una moneda que está sobrevalorada, como la peseta. Todavía ahora, después de tres devaluaciones, la peseta debería perder valor para ganar competitividad. España debería seguir el ejemplo de Italia, e incluso forzar a Portugal, Bélgica y Francia a abandonar el SME y aislar a Alemania.
P. ¿Cree usted que el Tratado de Maastricht está muerto?R. Mientras Alemania siga marcando el ritmo en Europa, es impensable que se pueda avanzar hacia la unión monetaria. No creo que la CE vaya a tener una moneda única, porque no puede funcionar con los actuales esquemas. La única forma para recuperar el ritmo de Maastricht es que Alemania rebaje de verdad sus tipos de interés, que
reconozca el daño que ha hecho, que se comprometa a no volver a hacerlo y que se establezca un sistema de tipos de cambio flexibles hasta que haya una total coordinación de políticas. Hay que dejar a Alemania en la cuneta para avanzar.P. Se ha referido a una severa política de rentas. ¿Podría explicarla?
R. Al igual que la actitud de Alemania ha hecho mucho daño a Europa, la postura de los sindicatos españoles ha favorecido el aumento del desempleo. Las centrales sindicales lle-van 15 años presionando para conseguir subidas salariales para los trabajadores ocupados, sin darse cuenta de que esos incrementos estaban haciendo subir el paro. Además, las subidas salariales deben compararse también. con la inflación de los países vecinos europeos, que son, al fin y al cabo, los que van a establecer el nivel de competitividad del país, con el consiguiente deterioro de la balanza de pagos, que vuelve a crear desempleo.
P. En la actual situación no es fácil conseguir un pacto de ese tipo. ¿Cómo plantearía la congelación salarial?
R. La situación es lo suficientemente dramática como para actuar rápidamente. Felipe González tiene que encabezar una auténtica, cruzada contra el desempleo. No le queda más remedio. Y para eso es necesario lograr un gran acuerdo económico y social entre el Gobierno, los empresarios y los trabajadores.
P. ¿Qué compromisos debería asumir cada parte?
R. El Gobierno tiene que crear el marco adecuado para la reactivación económica, reduciendo los tipos de interés, modificando estructuras económicas y aumentando la inversión pública productiva. Los empresarios tienen que comprometerse a no congelar sus márgenes y no aprovecharse de la moderación salarial para intentar ganar más dinero. Y, por último, los sindicatos deberían aceptar congelar sus salarios hasta que el paro se haya reducido hasta el 6%.
P. ¿Cómo se puede convencer a los trabajadores de que tienen que congelar sus rentas salariales?
R. Los sindicatos tienen que comprender que su actitud es contraria a la creación de empleo. Cada punto de subida salarial supone otro punto de paro. No se puede mantener esa actitud tan egoísta frente a los desempleados. Yo les diría que se olviden de maximizar las rentas salariales de los afortunados que tienen empleo y que se fijen como objetivo mejorar los ingresos de todos los traba adores, ocupados y desocupados. Sin esa solidaridad es imposible crear empleo. El pacto conseguido en Italia es un buen e ' emplo que deberían seguir en España.
P. Eso es muy difícil de explicar...
R. Debe hacerse ver a los sindicatos que tienen que ocuparse de toda la clase trabajadora y no sólo de los privilegiados que tienen trabajo. Además, las subidas salariales de los últimos años no han mejorado el nivel de vida de los asalariados. Esos incrementos han hecho subir la inflación, los tipos de interés y el déficit público, y han hecho más miserable a toda la población. Ahora tienen que aceptar la congelación salarial, sabiendo además que con eso se van a estabilizar los precios y se van a crear empleos. 0 lo aceptan o se convertirán en el símbolo de la reacción. Felipe González tiene que gobernar para los parados más que para los empleados.
P. Y respecto al mercado laboral, ¿qué habría que reformar en España?
R. El mercado laboral no es el problema para crear empleo. Los Gobiernos europeos no acaban de darse cuenta, a pesar de haber creado tres comisiones en otros tantos meses para buscar soluciones, del problema real, que son los elevados tipos de interés en Alemania.
P. Usted ha propuesto aumentar la inversión pública para crear empleo. ¿Se puede permitir España elriesgo de que se descontrole el déficit público?
R. Cuando se tienen tasas tan altas de desempleo, no queda más remedio que tirar de la demanda mediante inversión pública. Aunque, una vez más, Alemania y las normas de Maastricht impiden actuar con racionalidad. Y eso es no entender los principios elementales de la economía. Cuando se mira un presupuesto hay que verlo como un presupuesto equilibrado para el pleno empleo, con los ingresos que generaría y los gastos que se ahorrarían. Por eso no debe importar el déficit durante los años necesarios para reducir el paro.
P. Lo dice como si no hubiera alternativas posibles...
R. Es que no las hay. Cuando vuelva a mi país les voy a exponer a mis alumnos de macroeconomía en el MIT el caso español, para que me diseñen la política económica adecuada. Todos ellos saben que para crear empleo en España no queda más remedio que bajar los tipos de Interés, dejar flotar la peseta fuera del SME, alcanzar un acuerdo de congelación de rentas salariales y apoyar todo ello con medi-, das Fiscales y presupuestarias que incentiven la demanda.
P. Si todo es tan sencillo, ¿por qué Carlos Solchaga, que ha sido alumno suyo, no lo ha puesto en práctica?
R. Una cosa son las soluciones técnicas y otra las políticas. Yo entiendo que Solchaga o Luis Ángel Rojo, a quienes aprecio, no tengan capacidad para salirse del SME cuando hay una opción política europeísta. No hay que olvidar que a España le ha costado mucho entrar en el club europeo y es complicado abandonarlo.
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