Beber en las fuentes de la música viva

El programa del segundo día del Concierto de los mil años, celebrado anoche en La Coruña, incluyó cuatro nombres clave en la historia del blues y el rock de las tres últimas décadas. Son los nombres de The Kinks, Bob Dylan, Robert Plant y John Mayall. La presencia de todos ellos juntos, compartiendo codo a codo el mismo escenario gallego, fue una auténtica lección de historia en carne viva. Allí, conformando un masivo y conmovido público, miles de personas asistieron a la recuperación en su plenitud de la música más influyente en la cultura viva de la segunda mitad de nuestro siglo.

The Kinks llegaron a ser una banda de culto a mediados de los setenta y marcaron las pautas para el desarrollo del rock más duro que vino después. Desde entonces se han mantenido en activo, sujetos a los vaivenes conceptuales de su líder Ray Davies (Londres, 1944). "Creo que un festival de estas características es muy importante para una ciudad como ésta. La selección de artistas me parece muy buena. Yo vendría a un festival como éste, para poder ver juntas a todas estas figuras. Posiblemente no haya oportunidad de verlos reunidos otra vez. Entre otros me apetece ver a Chuck Berry y Bo Diddley, porque yo de pequeño era un gran admirador de ambos", afirmó ayer Ray Davies.Es la tercera vez que actúan en España, y Davies guarda buen recuerdo de su última actuación en Madrid, en 1985. "Había más de 100.000 personas y escuchábamos cómo nos aplaudían rítmicamente. Eso para un músico es impresionante. En Sevilla también tuvimos un concierto inolvidable. Yo de pequeño tenía la ambición de grabar tan sólo un disco que tu viera el éxito suficiente para poder dedicarme después a aprender a tocar la guitarra en profundidad".

Su último disco, Phobia, incluye temas de letras oscuras y pesimistas, pero Ray Davies explica que está en clave de comedia negra. "Yo veo el mundo occidental en la cuerda floja: a un lado está el éxito y al otro está el fracaso. Pero este disco es una huida hacia adelante. La portada del álbum incluye el dibujo de un hombre que sube con una cuerda por un edificio envuelto en llamas. Ése es un poco el sentido que le hemos tratado de dar a este trabajo".

Parte del público más joven que asiste a estos conciertos en La Coruña no conoce el trabajo de estos músicos, aunque hay algunos que sí reconocen los temas principales. "Para nosotros es un placer actuar ante un público joven que mueve los labios con nuestras canciones. Muchos de ellos irán luego a comprar nuestros discos antiguos, como cuando alguien lee a un nuevo autor que le interesa y sigue su pista en libros anteriores. Se convierten en coleccionistas", dice Davies.

"Creo que el rock está ocupando por fin el lugar que le corresponde en la cultura contemporánea", continúa. "El llamado regreso de una buena parte de las figuras históricas del rock últimamente responde a ello. No sólo se identifica ya el rock con la juventud, sino también con la madurez de una música que necesita a la vez contrastar continuamente lo nuevo con lo que le dio origen. El público exige calidad y profundidad. Me gusta actuar junto a bandas nuevas, nos damos mucho unos a otros. Nosotros les damos las fuentes y la experiencia y ellos nos comunican su energia".

John Mayall (Manchester, 1943) es otro maestro, padre del blues británico: con él se formaron Eric Clapton y Mick Taylor y su planteamiento le llevó a valorar el sonido acústico ante el hiperamplificado. Lleva 30 años defendiendo el blues, pero se le ha visto poco en España. "No sólo en España sino en otros países europeos no se ha seguido mi carrera ultimamente, por un problema en la distribución de nuestros discos. Pero mi regreso el año pasado a España significó el contacto con una nueva generación de espectadores y fue revitalizante".

Una reunión de artistas como la de anoche es una lección de historia, pero John Mayall no quiere vivir del pasado. "Tocamos nuestro último álbum e incluimos una o dos canciones antiguas. Hay que seguir adelante".