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Crítica:SALSA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Desencuentro

Hace un par de veranos Joe Arroyo y su grupo La Verdad dejaron el Conde Duque hecho un solar, y el nombre de Joe que, registrado en la memoria de los aficionados de la capital como sinónimo de ciclón. Nadie había olvidado los efectos de su aso por Madrid, pero el anunciado tomado no pasé esta vez e simple brisa.Fue El Combo Belga el encargado de abrir la primera sesión el Festival Cacique de Salsa. Salsa ortodoxa y simpatía garantizan la fiesta allá donde acuda este combo guasón: chachachás merengues, canciones propias Chirla negra, chirla blanca ... )o versiones (Te conozco bacalao -homenaje al recientemente desaparecido Héctor Lavoe-..). Detalle castizo: incorporan la bandurria al munda salsero.

Arroyo y La Verdad

El Combo Belga.Sala Aqualung Universal. 1.000 personas. Precio: 2.800 pesetas. Madrid, 6 de julio.

Álvaro José Arroyo (Cartagena de Indias, 1955) es un monstruo de la música afroantillana; o de esos intérpretes que surgen muy de vez en cuando. Está tocado por la gracia y es capaz de convertir a un ateo en devoto de su voz original y contagiosa, y de su irresistible mezcla de ritos caribeños. Pero en esta ocasión se quedó lejos de lo que puede dar de sí. En parte, por el formato elegido por el festival -dos pases alternos para grupo- y, también, por ceñir en exceso la actuación a números del disco que acaba de grabar en Colombia, y olvidarse de la inmensa mayoría de sus éxitos; entre las contadas excepciones, En Barranquilla me quedo, Yamulemau y Mama. José Arroyo parecía tan empeñado en promocionar su próximo álbum que llegó a repetir varias de las canciones del mismo en el segundo de sus pases. Quizá en su país, donde se le puede ver con suma facilidad, estén deseando oir sus nuevas composiciones y le agradezcan semejante planteamiento pero aquí, donde verle cantar es un lujo, el colombiano debería haberse mostrado más generoso con los temas ya conocidos. Cuestión de demostrar que en directo es aún mejor que en disco. Y, sobre todo, para no dejar la sensación de un encuentro frustrado.

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