Moléculas precursoras de la vida abundan en todo el Universo

Diversos investigadores que participan en el Congreso Internacional sobre el Origen de la Vida aportaron ayer datos que revelan una relativa abundancia de moléculas precursoras de los seres vivos en el polvo interestelar, presente en todo el Universo. Por el momento, las moléculas observadas son relativamente poco complejas "pero los astrónomos confían en detectar pronto aminoácidos" -los ladrillos de las proteínas-, según apuntó con optimismo el italiano Cristiano Cosmovici. "Cada vez es más evidente que la imagen de un Universo sin materia orgánica y una Tierra repleta de ella no es real", comentó a modo de resumen de la sesión el catalán Ricard Guerrero, organizador del congreso.

En la jornada de ayer, primera de trabajo, abundaron las exposiciones sobre la aportación de los cometas tanto a la formación de la primitiva atmósfera terrestre como a la aparición de las primeras moléculas orgánicas que con posterioridad dieron lugar a los compuestos que forman los seres vivos. Ese papel relevante de los cometas ya fue planteado en 1961 por Joan Oró, que ha presidido hasta el congreso la Sociedad Internacional para el Estudio del Origen de la Vida (ISSOL), la entidad que organiza estas reuniones internacionales desde 1973.Los estudios efectuados por distintas misiones al paso del cometa Halley por las proximidades de la Tierra, hace seis años, han dado un notable impulso a esa teoría: confirmaron la presencia de materia orgánica tanto en el núcleo como en la cola del cometa y permitieron determinar su composición de manera más precisa.

Al formarse inicialmente la Tierra, hace 4.550 millones de años, la temperatura era demasiado elevada como para permitir la subsistencia de moléculas orgánicas o la formación de una atmósfera. El profesor Delsemme, de la Universidad de Toledo (Ohio), apunto que en los primeros 100 millones de años los impactos de los cometas -abundantes en esta primera fase de formación del sistema solar- no pudieron suponer un aporte sustancial de materia orgánica porque el propio calor del choque las debía destruir. Sin embargo, en los 100 millones de años siguientes pudieron darse las circunstancias para que los cometas, especialmente sus colas, jugaran un papel relevante.

El agua que vino de fuera

Delsemme citó una serie de investigaciones propias y ajenas que muestran que los datos de que se dispone abonan la hipótesis de que tanto la primera atmósfera terrestre como el agua de los océanos tiene su origen en los cometas, que también podrían haber dejado en el planeta abundantes moléculas orgánicas catalizadas en el espacio exterior.El debate actual, no resuelto, es precisamente si a partir de la aparición de una atmósfera primitiva empezaron a surgir compuestos orgánicos más complejos, o estos aparecieron junto con la atmósfera al incorporarlos los cometas. Un grupo japonés de la Universidad de Yokohama, encabezado por Kensei Kobayashi, aportó al congreso una serie de trabajos en los que han generado con un acelerador de partículas radiación similar a la de los rayos cósmicos y la han hecho incidir tanto sobre mezclas de gases similares a los de la atmósfera terrestre primitiva como a mezclas que se dan en las colas de los cometas. La conclusión es que en ambos casos se generan abundantes aminoácidos, lo que les lleva a concluir que lo "realmente importante ahora es estimar qué compuestos bioorgánicos fueron generados por la atmósfera terrestre y cuáles fueron aportados por cuerpos extraterrestres".

La jornada la abrió Stanley Miller, el norteamericano que en 1953 sintetizó por primera vez aminoácidos simulando una atmósfera primitiva. Hizo un repaso de los trabajos de laboratorio en síntesis de compuestos orgánicos y ofreció una pauta para aceptar o desechar las reacciones obtenidas: "Si no son fáciles, probablemente no son prebióticas".