Los líderes sindicales aceptan negociar un gran pacto contra la crisis y el paro

El presidente del Gobierno, Felipe González, logró ayer un rápido acuerdo de principio con los líderes de UGT y CC OO, Nicolás Redondo y Antonio Gutiérrez, respectivamente, sobre la necesidad de negociar un gran pacto social contra el paro y la crisis. Las bases del acuerdo, cuya vigencia deberá ser de dos o tres años, comenzarán a concretarse a finales de este mes. González logró disipar los recelos previos de Redondo y Gutiérrez al comprometerse a mantener los gastos de protección social y a defender el proyecto de ley de huelga tal como fue pactado por el PSOE y los dos sindicatos antes de las elecciones del pasado 6 de junio.

Tras su encuentro con el presidente en La Moncloa, los máximos dirigentes de UGT y CC OO reconocieron que, aunque el acuerdo sigue siendo dificil, el panorama es más alentador. "Estamos dispuestos a arrimar el hombro y a buscar soluciones positivas, siempre que sean equitativas y eficaces", manifestó Redondo. "Este país tiene que saber que los problemas son difíciles, y las soluciones, también", dijo Gutiérrez. Lo que más les impactó fue la afirmación de González de que "cada nuevo parado supone un millón de pesetas de gasto adicional".La incógnita es ahora la CEOE. El presidente de la patronal, José María Cuevas, quien se entrevistó por la tarde con González, rechazó cualquier valoración hasta la reunión que mantendrá hoy la junta directiva de la organización empresarial. El portavoz del Gobierno se refirió a la "actitud constructiva de la CEOE para empezar a trabajar".

El diálogo social continuará una vez constituido el nuevo Gobierno. El grueso de la negociación se aplazará a septiembre, pero el objetivo es fijar a finales de este mes las bases del acuerdo.

González adelantó los puntos esenciales del pacto: convergencia europea, algunos aspectos de los Presupuestos de 1994 que pueden influir en la creación de empleo, reforma de los servicios con impacto en la inflación, rentas salariales y empresariales y reforma del mercado de trabajo. Los líderes sindicales propusieron incluir además la política social y un nuevo marco de política industrial.

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