Cientos de muertos en los combates en Abjazia
Un proyectil estuvo a punto de matar al presidente de Georgia, Edvard Shevardnadze, cuando visitaba el frente
Los combates entre georgianos y abjazos en la región oeste de Abjazia se han cobrado cientos de muertos y heridos de ambos bandos en los últimos cuatro días según informan las dos partes beligerantes. El estado mayor georgiano, en Sujumi, la capital de Abjazia, indicó que cerca de 300 combatientes abjazos han sido "liquidados" desde el viernes pasado. Por su parte, el mando militar abjazo, con base en Gudaúta, sede del Parlamento separatista, informó de la muerte de 350 soldados y oficiales georgianos en el mismo periodo de tiempo. Los enconados combates continuaban ayer en la línea del frente, que pasa por el río Gumistá, mientras en Moscú los bandos opuestos conversaban sobre paz con la mediación del Gobierno de Rusia.
Rusia está cada vez más preocupada por la inestabilidad en el Cáucaso, y así lo demuestran las declaraciones de su ministro de Exteriores, Andréi Kózirev, quien amenazó con imponer sanciones económicas contra la parte que se niegue a firmar la paz.Los marcos del posible acuerdo entre los rebeldes abjazos y los georgianos ya han sido delimitados en las anteriores negociaciones, que se han realizado bajo el auspicio de Moscú, y los rusos dicen que ahora hay que rubricarlo y cumplirlo.
"La parte que se niegue a firmar en los próximos dos días este acuerdo, será objeto de una fuerte presión por parte de Rusia. Tenemos las palancas económicas necesarias para ello y seremos capaces de presionar con fuerza", declaró Kózirev.
Y ayer esta posición fue confirmada por Borís Pastujov, viceministro de Exteriores, que, como enviado especial del presidente ruso, estuvo el fin de semana en la zona de conflicto, tanto en Gudaúta, donde se encuentran las autoridades abjazas, como en Sujumi, la capital de Abjazia, actualmente en manos de los georgianos.
"Rusia no puede seguir permitiendo el incendio de la guerra y ver cómo se reducen a cenizas las ciudades-perlas del mar Negro", declaró Pastujov, y agregó que Moscú está dispuesto a utilizar todos los medios para detener el derramamiento de sangre entre abjazos y georgianos. '
Pastujov insinuó que Rusia incluso podría utilizar la fuerza contra aquella parte que obstaculice la solución del conflicto. "Pero ésa no sería nuestra elección", aclaró el diplomático ruso inmediatamente después de su insinuación. "Hoy ni siquiera quiero pensar en ello. Esperamos que las negociaciones sean un éxito, confiamos en el sentido común y la buena voluntad de las partes", agregó.
En Abjazia, los enfrentamientos continuaron ayer después de la ofensiva lanzada por los abjazos la semana pasada. El llamamiento hecho el viernes por el Consejo de Seguridad de la ONU para que ambas partes Cumplan el alto el fuego, pactado en mayo pasado, fue completamente ignorado.
Ataque contra la capital
Los georgianos afirman haber hecho fracasar el ataque contra Sujumi lanzado por los abjazos después de que éstos sometieron a un intenso bombardeo las posiciones georgianas. Una de estas bombas el domingo por la noche estuvo a punto de matar al líder georgiano, Edvard Shevardnadze, cuando se dirigía a inspeccionar las fuerzas gubernamentales en la aldea de Shroma, a unos 15 kilómetros de Sujumi. según un asesor presidencial.
"Mientras pasaban a un tanque en el camino, un proyectil artillero disparado desde el lado abjazo dio en el tanque y lo incendió. El auto de Shevardnadze estaba a escasos metros y él escapó por un pelo de la muerte", dijo el asesor, quien explicó que no se había informado del suceso a los medios de comunicación para que no cundiera el pánico.
El asesor militar de Shevardnadze, VIadímir Chikovani, aseguró ayer que las tropas georgianas habían restablecido completamente la línea del frente por el río Gumistá. Este río, ubicado a unos 20 kilómetros al norte de Sujumi, marca la frontera, con los territorios controlados por los abjazos.
Chikovani también aseguré que los rebeldes que desembarcaron la semana pasada en el sur de Abjazia, en. la retaguardia georgiana, para atacar Ochamchira, han sido aniquilados. Sin embargo, la oficina de prensa del Parlamento abjazo, en Gudaúta, afirma que sus hombres aún controlan un importante sector de la carretera que une a Ochainchira con Sujumi.
Georgia -lo mismo que Armenia y Azerbaiyán, las otras dos repúblicas caucásicas- prácticamente no ha vivido un solo día de paz desde que se declaró independiente. Al conflicto con Osetia del Sur siguió la guerra civil, y, en agosto del año pasado, estalló la guerra contra la república autónoma de Abjazia, después de que las tropas georgianas entraron en Sujumi.
Las perspectivas de una victoria militar de Georgia parecen remotas, a pesar de su teórica superioridad. Y es que hasta el momento Tbilisi no ha logrado crear unas Fuerzas Armadas únicas. Aunque recientemente Shevardnadze se liberó de los caudillos militares Dzhaba Ioseliani y Tenguiz Kitovani, el primero sigue al mando de su propio ejército, los MJedrioni (Caballeros), y el segundo continúa controlando en gran parte al Ejército oficial. Por si esto fuera poco, Megrelia, la parte occidental de Georgia, limítrofe con Abjazia, sigue dominada por los hombres de Loti Kovalia, leal al defenestrado presidente Zviad Gamsajurdia.
El cerco armenio se estrecha sobre Agdam
Los armenios del Alto Karabaj continúan su ofensiva fuera de este enclave, que teóricamente pertenece a Azerbaiyán, y tienen completamente sitiada a Agdam, ubicada a pocos kilómetros de la frontera central-oriental. Agdam, que en su tiempo llegó a tener 150.000 habitantes, es hoy una ciudad fantasma.Las fuerzas de autodefensa karabajíes conquistaron ayer la aldea de Selli, que se encuentra a sólo dos kilómetros del centro de Agdam. Sobre la ciudad misma, el domingo cayó una auténtica lluvia de bombas, y ayer, según las autoridades locales, explotaba un proyectil cada siete minutos. Los bombardeos han causado numerosas víctimas, según Nazir Ismayílov, el alcalde de Agdam, quien dijo no poder precisar la cifra exacta.
Los armenios hace una semana entraron en Mardakert (Agdara para los azerbaiyanos), el último centro de distrito del Alto Karabaj que aún controlaban las fuerzas de Bakú. Ahora, los armenios dominan prácticamente todo el enclave -que a fines de 1991 proclamaron república independiente-, además de haber abierto dos corredores -por Lachín y Kalbacar- que los unen en el oeste con Armenia.
Operación limpieza
Los karabajíes parecen querer conquistar las ciudades desde las que eran bombardeados por los azerbaiyanos. Así, además de sus ataques en la zona de Agdam, también han lanzado una ofensiva contra Füzuli, al Sur.
El primer ministro, Surat Hüseynov -que ayer viajó a Turquía junto con el presidente en funciones, Heydar Alíyev-, llamó el domingo a enrolarse a toda la población masculina, para detener el avance de los armenios.
El rebelde coronel Surat Hüseynov, que en junio hizo huir al presidente Abulfaz Elchibéi, ha dicho que es partidario de una solución militar. Y los armenios, por su parte, no quieren retirarse de las tierras conquistadas fuera del enclave porque dicen no tener garantías de que los azerbaiyanos no lanzarán desde allí nuevos ataques.
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