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LA MAESTRANZA Pedrito de Portugal 'entra' en Sevilla

Antonio Lorca

Pedrito de Portugal entró en Sevilla, que es algo así como hacerlo en el corazón de la exquisita afición de la Maestranza. Y lo hizo con un toreo bello y emocionante ante el sexto de la tarde. Pero no abrió la Puerta del Príncipe a pesar de que el presidente del festejo infringió el Reglamento y aceptó que se lidiara el sobrero a petición del matador. Este novillo fue el único malo de todo el excelente encierro de Guadalest y no le permitió al torero portugués confirmar el éxito en una tarde que empezó mai para el novillero en el tercero y llegó a lo más alto en el sexto.El novillo tercero se partió una mano en su primera entrada al caballo. La plaza pidió la devolución del animal. El presidente, visiblemente nervioso, habló tres veces por teléfono, contestó a las preguntas del público, mientras sus asesores miraban al techo. Finalmente, sacó el pañuelo blanco para que el novillo fuera banderilleado. La protesta, entonces, se hizo más gorda. El presidente, en vista de lo cual, volvió a sacar el pañuelo para que se cambiara el tercio.

Guadalest / Rondino, Martínez, Pedrito de Portugal

Siete novillos de Guadalest (el 4º fue devuelto por inválido), bien presentados, bravos y nobles. Destacaron el primer sobrero, 5º y 6º. El segundo sobrero, del mismo hierro, lidiado a petición del tercer espada, deslucido. Miguel Ángel Rondino: pinchazo, estocada muy baja -aviso-, descabello (silencio); media (oreja). Manolo Martínez: dos pinchazos y estocada (silencio); pinchazo, estocada atravesada y descabello (silencio). Pedrito de Portugal: estocada baja (silencio); pinchazo y estocada (dos orejas); estocada (ovación). Plaza de la Maestranza, 27 de junio. Más de media entrada.

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Entre el escándalo general, Pedrito de Portugal tomó la muleta y el estoque y se fue a pedir permiso al usía. El señor Murillo le hacía gestos de que no aceptaba tal petición y que matara al animal cuanto antes. Eso fue lo que hizo el portugués mientras que el público no cesaba en su protesta. El presidente cumplió lo que dice el Reglamento, pero lo peor fue la imagen lamentable que ofreció.

Ese mismo presidente aceptó al final del festejo que, en contra de la ley, Pedrito de Portugal regalara un sobrero. Todo un desaguisado de marca mayor. Todo un espectáculo bochornoso. Y como la avaricia rompe el saco, Pedrito de Portugal no pudo abrir la Puerta del Príncipe ante un animal muy deslucido.

Pero el novillero estuvo muy bien en el sexto. Un novillo encastado al que entendió perfectamente en la muleta. Su labor fue toda una lección de plasticidad, técnica, facilidad y estética delante de un animal que se comía literalmente la franela. El público, emocionado, le premió con las dos orejas.

Rondino cortó una oreja al quinto tras una faena valerosa, y fue molestado por el viento en su primero. Manolo Martínez tuvo un lote magnífico y se fue de vacío. Ni sabe, ni tiene ilusión.

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Sobre la firma

Antonio Lorca
Es colaborador taurino de EL PAÍS desde 1992. Nació en Sevilla y estudió Ciencias de la Información en Madrid. Ha trabajado en 'El Correo de Andalucía' y en la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Ha publicado dos libros sobre los diestros Pepe Luis Vargas y Pepe Luis Vázquez.

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