La financiación ilegal de los conservadores británicos se cobra su primera víctima
El escándalo sobre la financiación del Partido Conservador británico se cobró ayer la primera víctima: Michael Mates, viceministro para Irlanda del Norte, se vio forzado a dimitir por su relación personal con Asil Nadir, el financiero turcochipriota que donó unos 80 millones de pesetas a los tories en 1988 y es ahora perseguido por un fraude multimillonario. La dimisión de Mates supuso un nuevo golpe para el primer ministro, John Major, quien había expresado reiteradamente su apoyo al secretario.Mates estaba en situación comprometida desde hace dos semanas, cuando la prensa descubrió sus relaciones con Nadir. El financiero acababa de huir del país, dejando atrás una fianza de 500 millones de pesetas y escapando del juicio por la quiebra de su compañía, Polly Peck, previsto para septiembre.
Primero se supo que Mates había intercedido en favor de Nadir ante las autoridades judiciales. Luego se descubrió que le había regalado un reloj, con la expresiva dedicatoria: "No dejes que esos bichos acaben contigo". Más tarde, que la esposa de Mates solía utilizar un automóvil prestado por Nadir. Major dijo que "tales errores no eran como para ahorcarle".
Poco a poco emergieron nuevas historias sobre la financiación de los tories por parte de magnates extranjeros. Un grupo de diputados conservadores pidió que rodara la cabeza de Mates, como chivo expiatorio de todo el partido. Pero Mates mantuvo en todo momento que contaba con el apoyo incondicional del primer ministro.
Ayer, el diario Daily Mail publicó el texto de una carta enviada hace unos meses por Mates al fiscal general británico en la que calificaba de "injusticia" el procesamiento de Asil Nadir. Major aún declaró, por la mañana, que "todos los miembros del Gobierno" contaban con su apoyo.
Michael Mates era un hombre del entorno político de Michael Heseltine, cuyo puesto como ministro de Industria se ve amenazado por su presunta participación en la financiación irregular de los tories (según denuncias no documentadas de la oposición laborista) y, sobre todo, por su reciente trombosis coronaria.
El fugitivo Nadir aseguró ayer desde su refugio chipriota que había sido "cortejado" en numerosas ocasiones, por miembros del Partido Conservador con el fin de obtener dinero.
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