Una exposición recoge los 20 años de puentes mixtos en España

Los puentes construidos en Sevilla para la Expo 92 y en Barcelona para los Juegos Olímpicos pertenecen a la última generación de puentes mixtos, una tecnología que combina la estructura metálica y el hormigón armado. El puente madrileño de Juan Bravo sobre la Castellana, de Fernández Ordóñez, Martínez Calzón y Corral abre con su acero cortén y hormigón blanco la historia de los puentes mixtos en España, que tiene sus ejemplos más significativos en una exposición abierta durante esta semana en el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, de Madrid (Almagro, 42).El ingeniero Julio Martínez Calzón, de 55 años, es el pionero en España de esta técnica, a partir de 1962, tras su formación en la cátedra de Estructuras y la investigación en el Instituto Torroja. Autor de Estructuras mixtas. Teoría y práctica (1966), forma equipo dos años antes con José Antonio Fernández Ordóñez, y desde entonces ha proyectado numerosas obras, siendo las últimas el puente del Milenario en Tortosa y el del Centenario en Sevilla. Dirigió el año pasado en Barcelona unas jornadas internacionales sobre puentes mixtos, cuyo libro con las ponencias y la exposición (60 paneles con fotografías y planos) se presentaron el martes en Madrid.

"La técnica mixta permite jugar con el volumen, la textura y el color, lo que genera nuevas vibraciones y proporciones; permite también recoger cargas con elementos más esbeltos y armoniosos", dice Martínez Calzón, partidario de unos puentes de "austeridad bella".