La presidencia colegiada de Bosnia desautoriza por primera vez a Izetbegovic

El presidente bosnio, Alia Izetbegovic, fue desautorizado ayer por una facción partidaria de la división étnica de Bosnia-Herzegovina encabezada por el croata Franjo Boras y el musulmán Fikret Abdic y auspiciada por el líder ultranacionalista croata Mate Boban. Siete miembros de la presidencia bosnia se rebelaron contra la decisión de Izetbegovic de no acudir hoy a Ginebra para negociar con los presidentes de Serbia y Croacia, Slobodan Milosevic y Franjo Tudjman.

Los siete miembros de la presidencia bosnia decidieron acudir a Ginebra de inmediato para participar hoy en esta conferencia y discutir la división de la república en tres estados étnicos y su liquidación efectiva en contra de lo que pretendía el plan Vance-Owen, ya fenecido.Aunque Boras aseguró ayer, al llegar a Ginebra, que Izetbegovic sigue siendo el jefe de la presidencia colegiada, es un hecho que sólo el vicepresidente de la misma, Eyup Ganic, se adhirió a la decisión del presidente de negarse a la división étnica y luchar por el Estado multiétnico, basado en los principios de la ciudadanía por el que lucha en solitario el Gobierno bosnio y sus fuerzas armadas desde abril de 1992 y que ha costado ya más de 150.000 muertos en esta república.

Fikret Abdic, conocido como el virrey de Bihac, región de mayoría musulmana en el noroeste de Bosnia, que controló antes de la guerra como un procónsul desde la dirección del consorcio agroalimentario Agrokommerc, se ha aliado con Mate Boban y el miembro de la presidencia Franjo Boras para dar este golpe de mano que rompe la oposición del Gobierno bosnio a la división étnica del país.

Las últimas, desesperadas e inútiles gestiones de Izetbegovic para lograr un levantamiento del embargo de armas contra el Estado bosnio han sido el detonante de esta revuelta de palacio auspiciada por fuerzas exteriores. Sin posibilidad alguna de éxito por la indiferencia internacional y la ya inútil lucha por conseguir armas que desequilibren las fuerzas, los defensores del Estado plural y multiétnico como Izetbegovic y Ganic han sucumbido ante la presión de las fuerzas animadas por Croacia e indirectamente por Serbia para unirse a la política de cantonización racial y enterrar la ilusión de la convivencia étnica. La Organización de la Conferencia Islámica presentó ayer en Viena un declaración en la que rechaza la partición de Bosnia en tres Estados a partir de criterios étnicos.

La posición del Ejército

La decisión de la mayoría de la presidencia colectiva de acudir a Ginebra para negociar la división de Bosnia podría desencadenar una revuelta entre grupos del Ejército bosnio que se sienten ahora traicionados por sus jefes políticos tras una terrible lucha durante los últimos catorce meses.

La posibilidad de negociar una solución digna para la comunidad musulmana, que fue mayoría en Bosnia-Herzegovina, parecen mínimas, ya que ésta estará representada por un croata leal a Mate Boban como es Boras y un musulmán corrupto como Fikret Abdic, implicado a finales de la pasada década en el mayor escándalo financiero de la ya agónica Yugoslavia, y cuyos intereses particulares pasan hoy por Grude, la localidad de Herzegovina donde vive Mate Boban y centro de la operación de partición de Bosnia.

Izetbegovic admitió al término de la reunión celebrada en Zagreb la existencia de diferentes opiniones en el seno de la presidencia bosnia. "Es cierto que existen distintos puntos de vista sobre el desarrollo futuro... sobre la reconstrucción de Bosnia y sobre algunos cambios constitucionales", dijo Izetbegovic.

La presidencia emitió un comunicado al término de la tempestuosa reunión en el que expresa su apoyo al plan de paz diseñado por Cyrus Vance y David Owen, pero la máxima institución de Bosnia puntualiza que está interesada en oír las nuevas propuestas que puedan ponerse sobre la mesa. Izetbegovic y Ganic rechazaron viajar a Ginebra junto a los otros miembros de la presidencia alegando importantes asuntos en Sarajevo. "Estaban muy interesados en escuchar las nuevas ideas de lord Owen. Yo, no", manifestó Izetbegovic.

Por otra parte, un convoy de ayuda humanitaria consiguió entrar ayer en el enclave musulmán de Gorazde, en Bosnia oriental, por primera vez desde que la ONU lo declaró "zona de seguridad", según anunció un portavoz de los cascos azules en el cuartel general de Sarajevo.

Diez camiones cargados con alimentos y medicinas llegaron a Gorazde escoltados por tropas de las Naciones Unidas. La caravana, que salió de Belgrado el domingo pasado, había sido bloqueado en Pale, la capital de los serbios de Bosnia, próxima a Sarajevo.

En la ciudad de Zenica, en Bosnia central, una granada mató ayer a nueve personas, entre ellos tres niños. Una patrulla de cascos azules británicos que volvía de un reconocimiento rutinario se encontró con los nueve cadáveres. La granada provenía, según los primeros informes, de posiciones ocupadas por fuerzas serbias.