La igualdad de tipos alemanes y franceses permite compartir el liderazgo en el SME
La profunda crisis que padece Alemania está poniendo en cuestión la hegemonía que hasta ahora ha gozado el marco en el Sistema Monetario Europeo (SME). Por primera vez desde que se creó este mecanismo, en 1979, un país con un importante peso económico, Francia, tiene unos tipos de interés a largo plazo prácticamente iguales a los alemanes (a tan sólo cinco centésimas). Esta proximidad, señalan varios expertos, permite anticipar que el papel de moneda ancla será más compartido, reforzándose así la tendencia a la baja de tipos en Europa.
Algunos analistas, los más catastrofistas, han llegado a hablar incluso de la posible davaluación del marco. Los elevados costes laborales unitarios, las presiones inflacionistas, la pérdida de competitividad alemana, los cada vez mayores déficit fiscal y por cuenta corriente apoyan esta tesis. Con este dificil panorama, la voluntariosa política monetaria restrictiva que aplica el Bundesbank pierde credibilidad en los mercados, opina Antonio Pulido, de F G Inversiones. "Sobre todo con unas perspectivas de caída del 2% de la actividad económica este año y unas elecciones generales en 1994% recalca.El mantenimiento de los tipos de interés decidido el jueves pasado por el todopoderoso Buba demuestra la preocupación del banco central, no ya sólo por la persistente presión inflacionista, sino también por la creciente vulnerabilidad que muestra la divisa alemana.
Carta de Soros
La tensión ha aumentado desde que la semana pasada se hizo pública la carta que el especulador George Soros había dirigido al diario londinense The Times. So ros, que ganó 1.000 millones de dólares apostando contra la libra esterlina en septiembre de 1992, aseguraba que la bajada de tipos a la que se verá forzado tarde o temprano el Bundesbank provocará una fuerte depreciación del marco. La publicación de esta misiva coincidió con la de diversos informes de bancos extranjeros, entre ellos el francés Paribas Capital Markets, en los que se cuestionaba la estabilidad del marco en el largo plazo, en tanto en cuanto Alemania digiere la reunificación.
Hans Tietmayer, vicepresidente del Bundesbank, salió al paso de estas elucubraciones y aseguró que el banco central alemán no toleraría una devaluación.
Este tipo de negativa le suena ya a conocido a los especuladores que han apostado con éxito contra algunas divisas en el SME como la peseta, libra, lira, escudo y libra irlandesa, pero es insólita al pronunciarse en defensa de la hasta ahora incuestionable moneda ancla del mecanismo. La hegemonía monetaria alemana se refleja, entre otras cosas, en que el marco nunca se ha devaluado con respecto a otra moneda del SME.
"La devaluación del marco es descartable, pero a la vista de su creciente debilidad, el papel de moneda ancla puede ser compartido con otras monedas, anticipándose en cierta medida a la unión monetaria", señala Enrique Sánchez del Villar de Analistas Financieros Internacionales. Para este experto es especialmente significativa la escasísima diferencia (0,05 puntos) que existe entre los tipos de interés a largo plazo de Alemania y Francia. El bono a diez años francés y alemán (bund) ofrecen una rentabilidad del 6,83% y del 6,78%, respectivamente.
El suelo de los tipos a largo plazo en Europa, que hasta ahora ha sido fijado por Alemania, puede llegar a establecerlo ahora Francia. Esta perspectiva es bien acogida por los países con las economías más saneadas, los cuales en los últimos años han tenido que sacrificar su crecimiento por seguir la restrictiva -política monetaria dictada por el Bundesbank, y ayudará a superar la recesión que vive el continente. Ya en el corto plazo, los tipos franceses, además de los de Holanda y Bélgica (monedas del entorno del marco), son inferiores a los alemanes. Desde que se celebraron las elecciones, hace dos meses, Francia ha bajado en ocho ocasiones el precio del dinero lo que no pudo hacer anteriormente por las presiones que sufría el franco.
Más estabildad del SME
"La independencia concedida recientemente al Banco de Francia ha contribuido de forma decisiva *a aumentar la credibilidad en el franco", señalan fuentes del Tesoro español, que consideran muy positivo este liderazgo monetario compartido. "Es saludable que haya monedas que puedan tener los tipos de interés inferiores a los alemanes. Contribuye a estabilizar el SME el que los países con la inflación más baja fijen los tipos", añaden las mismas fuentes.
. En la misma línea se ha pronunciado el presidente del Bundesbank, Helmut Schlesinger, esta semana. Aún reconociendo que la política monetaria alemana está condicionada ahora por la debilidad que muestra el marco -que terminó la semana fuertemente debilitado frente al dólar y en su banda de depreciación del mecanismo de cambios europeo-, Schlesinger considera positiva la menor dependencia del franco en las. decisiones del Buba.
El mayor policentrismo al que parece tender el SME ha sido enérgicamente defendido por el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga. En una conferencia pronunciada hace apenas dos meses en Barcelona, Solchaga aseguró que el problema sistemático del SME ha sido el hecho de que el marco conservara "íntegra e intacta su tradicional función de ancla del Sistema en un periodo en el que Alemania debía dar prioridad a la resolución de problemas internos y en el que otros países, especialmente Francia, seguían una trayectoria económica más sólida".
El ministro aseguró que una de las medidas que ayudarían al SME a recuperar su estabilidad es que la moneda clave sea la del país que "teniendo la dimensión suficiente, resulte más estable", para pasar a decir, además, que "ninguna moneda tiene garantizado el derecho divino de no devaluarse".
Jorge Hay, director del departamento de estudios del BCH compara la situación del marco con la del dólar a principios de los setenta. "La paridad fija que tenía el dólar a raíz del acuerdo de Breton Woods tuvo que ser abandonada por el elevado coste de la guerra del Vietnam. Alemania está cometiendo la misma falta con la reunificación".
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