La muralla impermeable

La gran convocatoria de los sonidos resistentes se sobrepuso a la noche tormentosa y el público aguantó impertérrito una cortina de agua durante la primera hora de Metallica. La devoción que le profesan los aficionados a los actuales reyes del heavy metal es incontestable: después de tres horas de contundentes riffs nadie se movió de su lugar para propinar una larga ovación a los cuatro chicos de negro.La tarde se abrió con la música de The Cult. Todavía bajo la luz solar, la pareja británica formada por lan Atsbury y Billy Duffy presentó a tres nuevos acompañantes para la etapa que inician ahora. Se desconocen las razones que les han llevado a aceptar su fría posición en esta gira. El grupo está próximo a publicar un nuevo álbum y entonces encabezarán un periplo propio. Pese a la buena voluntad de su vocalista, el buen y básico hard rock de la banda no motivó a los más tempraneros.

Suicidal Tendencies, por el contrario, jugó sus bazas y ganó la partida en su estreno español. La formación californiana parte de una base hardcore adornada con elementos propios del metal más afilado en Still Cyco After All These Years. Este grupo norteamericano, uno de los más acosados por la censura conservadora, ha optado por regrabar sus primeros temas, publicados hace 10 años por una compañía discográfica independiente. En escena, el vocalista y líder Milce Muir se comporta como el boxeador que hace piernas antes de la subida al ring. El esfuerzo se vio recompensado con la aprobación general. En breve estarán de nuevo en nuestros escenarios como apertura de los conciertos de Guns N'Roses.

Tormenta

Metallica y la tormenta estallaron al unísono. La lluvia no amilanó ni al grupo ni a la admirable concurrencia, que soportó el chaparrón como si tal cosa. El popular cuarteto ha sabido tratar a su clientela con una política altamente honesta y ésta le devuelve la pelota con una entrega incondicional. A punto de cumplir dos años de gira casi ininterrumpida, se perciben gestos de cansancio, perfectamente comprensibles por el desgaste físico de un repertorio maratoniano. La muralla de pétreo sonido no sufrió el menor daño por las inclemencias meteorológicas. Los cruciales One y Enter Sandman procuraron despedir la dilatada jornada pero el vigor de los asistentes les obligó a regresar para una despedida cálida como pocas. Al término de la agotadora gira, Metallica va a tomarse una larga etapa de descanso que discográficamente se cubre con un documento grabado en vivo en la capital mexicana.