La oposición iraquí acusa a Sadam Husein de envenenar a los shiíes del sur
Tropas del presidente iraquí, Sadam Husein, están arrojando "toneladas de veneno y material tóxico" en los pantanos del sur de Irak como parte de una brutal campana contra millares de rebeldes y civiles shiíes refugiados allí desde hace dos años, según una prominente figura de la oposición. "Cada día mueren entre 20 y 30 personas y nadie dice nada", afirma el ayatolá Mohamed Shirazi, un clérigo iraquí exiliado en este santuario iraní al sur de Teherán.Según Sirazi, la situación de los aproximadamente 200.000 iraquíes refugiados en los pantanos se torna cada día más dramática. "El veneno ha exterminado todo tipo de pesca, la fuente principal de alimentos", dice. "La absoluta escasez de medicinas está causando estragos".
Las afirmaciones de Shirazi coinciden con una serie de informes del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Irak (CSRII), el principal grupo opositor, con sede en Irán.
La supuesta campaña de envenenamiento sugiere que el intento de Bagdad para secar los pantanos mediante la construcción de presas al norte del paralelo 32 ha fracasado.
Alentados por EE UU, los shiíes se alzaron contra el régimen de Bagdad poco después de la derrota iraquí en la guerra del Golfo. Los rebeldes mantuvieron el control del puerto de Basora y otras ciudades, pero las promesas de apoyo militar para consolidar esas victorias jamás se materializaron. Sadam Husein aplastó la rebelión.
La imposición de una zona de exclusión aérea al sur del paralelo 32 impide que la aviación iraquí lance ataques contra las mal pertrechadas posiciones rebeldes, pero recursos como el supuesto envenenamiento del agua podrían causar efectos igualmente desastrosos.
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