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Reportaje:IDEAS PARA EL FUTURO MADRID

El PP lanza su guante urbanístico

Las propuestas del Plan General del gobierno municipal dependen del dinero controlado por los socialistas

Juan Antonio Carbajo

¿Debe crecer la ciudad hasta el fin de su término municipal o se puede rehabilitar el centro para las familias jóvenes? ¿Qué barrios de Madrid necesitan con urgencia el metro? ¿Puede instalarse una extensión del Museo del Prado en la glorieta de Embajadores? ¿Qué se debe hacer con las industrias abandonadas de Méndez Álvaro? ¿Es posible enterrar la línea del tren que divide el barrio de Entrevías? ¿Cómo convertir el casco viejo en el paraíso del peatón? ¿Dónde se pueden ubicar un hipermercado, un hospital o un cementerio? Y sobre todo, ¿quién lo paga?En los próximos seis meses, hasta diciembre, Madrid deberá responder a cuestiones como éstas para definir la ciudad del próximo siglo. Como punto de partida, el gobierno municipal del Partido Popular ha redactado un avance del Plan General con sus propuestas. El próximo paso será recoger algunas de las críticas y sugerencias que los profesionales y vecinos hagan en estos meses. El concejal de Urbanismo, José Ignacio Echeverría, se ha comprometido a elaborar un plan "con la máxima participación", según anunció.

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Pero el PP es consciente de las dificultades que le esperan. En principio, la derrota de José María Aznar en las urnas ha supuesto una gran decepción para el gobierno municipal porque enfrente seguirá teniendo al enemigo, el partido socialista. El PSOE podrá ejercer una auténtica labor de zapa sobre el plan. Por dos razones. Porque en última instancia es la Comunidad de Madrid la que debe aprobarlo y porque hacer realidad las propuestas depende, en buena parte, del dinero del Ministerio de Obras Públicas y del propio Gobierno regional.

De momento, la actitud de las Administraciones socialistas es más expectante que belicosa. Sus responsables aseguran que aún no han recibido el documento municipal -el alcalde lo presentó hace una semana-, pero ya han sacado una primera conclusión con las ideas sueltas que les han llegado: "Habrá mucho que discutir", aventuran.

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Los puntos de fricción son múltiples. El PSOE, por ejemplo, considera excesivo el crecimiento de la ciudad que ha previsto el PP, y cuestiona especialmente las nuevas áreas de viviendas y oficinas que se han dibujado en los descampados al este del término municipal. "La política de vivienda también se puede basar en la recuperación del centro y en movilizar los pisos usados", opinan los socialistas.

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Las estrategias de transporte tampoco coinciden. El PP ha pintado más líneas de metro y más carreteras que las previstas en el borrador de inversiones del MOPT y la Comunidad. "Hay dinero para 25 kilómetros de metro", explica el consejero de Transportes, Julián Revenga. "Si el Ayuntamiento quiere más [42 kilómetros], que colabore en la financiación".

Pero el gobierno. municipal no se ha planteado aún cómo financiar las medidas del Plan General. "Estamos aún en la etapa de definir las propuestas y elegir las operaciones prioritarias", explica Luis Rodríguez-Avial, gerente de la oficina que redacta el plan. Sin embargo, ya han esbozado algunas ideas. Para llevar el metro a los nuevos barrios de Madrid, una obra que la Comunidad considera secundaria ante las necesidades de zonas ya pobladas, proponen que sean los promotores los que hagan los túneles.

¿Y éstos qué opinan? Los constructores están de acuerdo mientras les salgan las cuentas. Muchas medidas del Plan General dependen de la iniciativa privada, que está deseando levantar viviendas, que no oficinas. Incluso podrían participar en la rehabilitación del casco viejo. Pero quieren algo a cambio de acometer operaciones que entienden deficitarias. Por ejemplo, más terreno edificable para construir más.

Desconfianza

Francisco Herrera, portavoz de Izquierda Unida, desconfía de los planes redactados sin los pies en el suelo. "Hay propuestas que sólo son dibujos en un papel. Sin estudios previos, sin determinar quién lo va a hacer ni cuál es su coste económico". Juan Barranco, portavoz del PSOE municipal, desconfía también, pero por otras razones: "La política que sigue el Partido Popular desmiente los planteamiento que hacen. ¿Cómo proponen un plan para rehabilitación del centro si han paralizado las ayudas que concedía el Ayuntamiento para este fin?".Sin embargo, el plan de salvación del casco viejo es uno de los puntos estrella del documento. Su ambicioso planteamiento debe poner a prueba la capacidad de entendimiento de las Administraciones. Todas se muestran de acuerdo en ejecutarlo y todas tiemblan al pensar en una, factura que aún está sin calcular.

El PP ha previsto la intervención pública urgente en 11 zonas decrépitas para, a partir de estas iniciativas, animar a la rehabilitación privada. De paso se llevarían al casco viejo actividades que lo revitalicen (extensiones del Museo del Prado, archivos históricos) y se construirían aparcamientos para los residentes en lugares ocupados ahora por viviendas deterioradas y sin interés. Una vez guardados los coches, se tratarían las calles con las medidas de templado de tráfico (modificar el diseño urbano para favorecer al peatón, obstaculizar la marcha del vehículo privado e impedir el aparcamiento que imperan en muchas ciudades europeas (ver gráficos en la página anterior). "Sólo son propuestas para el debate", aclara Rodríguez-Avial.

El pulso está servido. El Grupo Socialista prepara debates sobre el plan por materias y distritos. "En diciembre presentaremos un documento alternativo con esas conclusiones", anuncia Barranco. La Comunidad también ha confeccionado con urgencia su estrategia para la región y lo mismo ha hecho el MOPT con sus carreteras y ferrocarriles. Las cartas están sobre la mesa, pero cada uno pretende jugar con su baraja. El Madrid del futuro espera el complicado acuerdo del presente.

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