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El 'numero dos' de la Mafia de Catania, detenido en un 'zulo'

Giuseppe Pulvirenti, de 63 años, fugitivo desde 1982, llamado U Malppassotu en referencia a su localidad natal, Belpasso, antes Malppasso, fue detenido la madrugada de ayer en un zulo bajo una casa de labranza vecina a su pueblo. Era el brazo derecho de Benedetto Nitto Santapaola, el gran capo catanés, detenido el 18 de mayo.

"Antes o después, esto tenía que terminar", aseguran los carabineros que dijo Malppassotu tras ser detenido. "¿Están seguros de que no lo saben?", respondió cuando le preguntaron su nombre. Portaba el anillo de oro con 12 pequeños diamantes denominado de los 12 jefes, que, según los arrepentidos, indica pertenenecia a la comisión regional o cúpula de la Mafia, y, al cuello, una cadena de oro con un león, por su signo del zodiaco.También tenía una pistola del calibre 38, que no intentó utilizar y una radio para interceptar las comunicaciones de la policía. Le acompañaba en su escondite subterráneo, de unos 16 metros cuadrados, un hombre de 37 años sin antecendentes penales, Giuseppe Pappalardo, que le servía de enlace, y cuya vigilancia llevó a los carabineros hasta el zulo. Tres perros guardaban la casa de labranza en la que se escondía U Malppassotu. La conducta de uno de los animales intrigó a la policía y permitió el descubrimiento del escondite.

"El Estado combate estos males con especial eficacia", dijo ayer el presidente Oscar Luigi Scalfaro, en alusión a la detención de Pulvirenti. "La democracia vencerá", añadió durnte el discurso que pronunció para celebrar la Fiesta de la República, tras considerar que la actual ofensiva de la Mafia y la violencia está abocada al fracaso.

Durante la mañana de ayer, buena parte del centro de Roma, sobre todo la Vía del Corso en las proximidades de Palazzo Chigi, sede de la Presidencia del Gobierno, hubo de ser cortada al tráfico mientras se desactivaba una bomba que, si hubiera explotado, habría causado una tragedia comparable al reciente atentado de Florencia, según el jefe de los carabineros que intervinieron en la operación.

No obstante, este atentado fallido no parece directamente relacionado con el de Florencia ni con el registrado el pasado 14 de mayo en Roma. El explosivo utilizado no era dinamita, como en los dos casos citados -sobre cuyo origen estrictamente mafioso sigue habiendo muchas dudas-, sino una mezcla mucho más artesanal de unos 10 kilos de nitrato de amoníaco y gasóleo, productos de venta libre, dispuestos en una garrafa de cristal. Según los expertos, se trata de un arma típica de los manuales de guerrilla urbana.

La bomba se encontraba en un Fiat 500 blanco aparcado en una calle estrecha de la zona y estaba activada para hacerla explotar mediante control remoto. En una alcantarilla próxima, se halló una bolsa con herrramientas abandonada por dos personas que huyeron.

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