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Un populista que abrazó la religión protestante

Jorge Serrano Elías, de 47 años, ingeniero industrial doctorado en Ciencias de la Educación, heredó la carrera política de su padre, Jorge Adán Serrano, notorio opositor a la dictadura del general Jorge Ubico (1931-1944). Está casado y es padre de cinco hijos. Político populista y demagogo, a los 17 años demostró ya sus dotes para la oratoria al ganar unos juegos florales latinoamericanos en esa especialidad.Alumno de los Hermanos Maristas, su fanatismo religioso le llevó a abrazar el integrismo protestante a los 28 anos. Pese a ello, presumía de mantener buenas relaciones con la jerarquía católica, forjadas durante su formación en la Universidad Nacional de San Carlos de Guatemala, donde hizo política durante los años sesenta en las filas de la juventud democristiana.

Como otros representantes de la burguesía guatemalteca, Serrano conoció el modo de vida norteamericano en Texas y California. En este último Estado obtuvo el master en educación por la Universidad de Stanford.

Preocupaciones sociales_

Serrano Elías entró en la política activa en 1976, cuando un terremoto devastó Guatemala. Propuso entonces un plan de reconstrucción en colaboración con EE UU, y organizaciones protestantes. Tuvo que exiliarse a EE UU después de publicar un documento sobre las miserables condiciones de vida de la población indígena, por las amenazas de la extrema derecha.Después del golpe del general Efraín Ríos Montt, en marzo de 1983, regresó a Guatemala. En 1985 presentó su candidatura "socialcristiana" a la presidencia, quedando en tercer lugar tras Vinicio Cerezo y Jorge Carpio, y una año después fundó el partido Movimiento de Acción Solidaria. En enero de 1991, enfrentándose en las urnas a Jorge Carpio, logró una aplastante victoria en las elecciones presidenciales. Sin embargo, fue el primer presidente sin mayoría en el Congreso de los Diputados: su partido poseía sólo 18 de los 116 escaños de la cámara, lo que, dijo, le impedía "gobernar en beneficio del pueblo".

Con argumentos y procedimientos similares a los del autogolpe del presidente peruano, Alberto Fujimori, Serrano disolvió el Parlamento el 25 de mayo y suspendió las garantías constitucionales y el Tribunal Supremo. También convocó una asamblea constituyente.

Entre las razones con que justifica la adopción de estas medidas, que han provocado el rechazo sin fisuras de la comunidad internacional, Serrano destaca machaconamente la corrupción que atenazaba al país. Muchos sectores sociales acusaban a Serrano de esta corrupción.

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