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Paralizadas las inversiones previstas en la Empresa Municipal de Transportes

Javier Casqueiro

No sólo está paralizada la renovación de 200 autobuses en la Empresa Municipal de Transportes (EMT), con lo que la media de edad de la flota es más antigua (6,5 años) que la de los autocares interurbanos (5). El Consorcio de Transportes tiene sin contratar todas las inversiones previstas para 1993: en total, unos 5.500 millones de pesetas.

El gerente del Consorcio de Transportes, Fidel Angulo, presentó ayer la memoria del sistema general de transportes públicos de la Comunidad de Madrid durante el pasado año. El balance es positivo, pese al retroceso en viajes provocado por los 46 días de huelga de la Empresa Municipal de Transportes (58 millones) y las seis jornadas de paro en el Metro (880.000). El futuro, normalizadas las relaciones laborales, se encara con optimismo. Especialmente en el Metro. Varias líneas del suburbano están ampliándose y se ha confeccionado un programa de inversiones de 13.300 millones de pesetas, 11.000 en ejecución.La EMT, sin embargo, vive de nuevo momentos de inquietud, en este caso no precisamente por culpa de los trabajadores. Éstos han empezado una campaña para reclamar la readmisión de los despedidos durante aquella huelga. Angulo está preocupado. El problema no es únicamente que la flota no se haya podido ampliar de 1.800 a 2.000 autobuses, como se pretendía, ni que no se haya renovado desde hace casi dos años. El Ayuntamiento mantiene en suspenso esta operación hasta que varios concejales se pongan de acuerdo sobre el tipo de autobús que se debe comprar.

El dinero existe (3.200 millones para estas 200 unidades y otras 28 de plataforma baja para minusválidos), y Angulo admite que es difícil de explicar a los ciudadanos el motivo por el que no se resuelve la compra.

Todas las inversiones programadas este año están paralizadas: 651 millones de los 1.200 que costará unificar el sistema de cancelación entre los autobuses y el Metro, 800 millones de los 2.400 presupuestados para el proyecto de aviso electrónico en las paradas sobre el tiempo de paso y localización de los autobuses, 250 para un nuevo depósito, 410 para el plan informático y otros 190 para diversas obras. Angulo no lo dijo claramente, pero insinuó que todos los inconvenientes se plantean cuando los proyectos pasan a su aprobación definitiva en el Consejo de Administración de la EMT, controlado por el Ayuntamiento.

Por otra parte, y pese al lógico impacto de las huelgas, el año 1992 no fue un mal ejercicio para los transportes colectivos. Se efectuaron un total de 1.135 millones de viajes, lo que supuso un descenso del 1,3% sobre 1991.

La disminución, en cualquier caso, no fue general y se sitúa en 47,1 millones de viajes. La única empresa que realmente perdió viajeros fue la EMT, porque el Metro los ganó esos días de huelga en los autobuses (7,88 millones) y también los cercanías del Renfe (3,90). Si no se hubiesen organizado esas huelgas (resultados homogeneizados), el año se habría cerrado con un incremento del 2,4%.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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