_
_
_
_
_

Un coche bomba mata a cinco personas, en Florencia y destruye una parte de la galería de los Oficios

Una potentísima explosión provocada por unos 100 kilos de dinamita colocados en una furgoneta Fiat aparcada en una callejuela del siglo XIIV, junto a la plaza de la Señoría, de Florencia, causó a las 1.05 de ayer cinco muertos -entre ellos dos niñas, una de dos meses y otra de nueve años- y 29 heridos. Los enormes daños materiales, esparcidos por un radio de unos 500 metros, se centraron en la llamada torre de las Pulgas, sede de la Academia Georgofili, que reventó literalmente, y sobre todo en la galería de los Oficios, que será cerrada durante meses y donde se perdieron totalmente tres pinturas.

"Más que de Mafia, yo hablaría de una estrategia del terror. No creo que sea sólo cosa de Mafia", comentó en el lugar el siniestro el fiscal jefe de Florencia, Pier Luigi Vigna, quien, a diferencia de lo ocurrido con otro atentado similar registrado en 1984 en la capital toscana, no lograba detectar ayer ninguna relación concreta entre este salvaje ataque y el desarrollo actual de las investigaciones anti-Mafia en la zona.Elveno Pastorelli, director general de Protección Civil, que desde hace dos días está investigado por prevaricación relacionada con la distribución de ayudas a los damnificados del terremoto de 1980, destacaba, por su parte, las similitudes entre este atentado y el registrado el pasado 14 en mayo en Roma. "Tanto las dimensiones del cráter -dos metros de diámetro por uno y medio de profundidad- como la distancia -50 metros- a la que fue proyectado el motor del coche-bomba, son similares a las del atentado de Roma", dijo el director.

La bomba de ayer causó víctimas porque las rancias estructuras medievales del centro florentino tenían que ceder por fuerza ante una onda expansiva que llegó a levantar del suelo a muchos de los turistas que pasaban una noche de verano en la vecina Señoría.

Torre de las Pulgas

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Toda la zona quedó llena de escombros y vidrios rotos, entre los que, sólo a partir de las cuatro y media de la madrugada, comenzaron a rescatarse los cuerpos sin vida -incluidos los de dos niñas- de los cuatro integrantes de la familia de la guardesa de la Academia Georgofili. La bomba los precipitó hasta tierra desde el último piso de la torre de las Pulgas, donde dormían. La quinta víctima fue una joven que pernoctaba en la casa de enfrente y que no pudo ser identificada porque quedó carbonizada.

La misma destrucción reinaba en la galería de los Oficios, donde casi todos los cristales se rompieron tanto en techos como en ventanas. El pasillo diseñado por Giorgio Vasari para unir las dos alas de la galería peligra. Entre las obras pictóricas dañadas, destacan el Nacimiento, de Gherardo delle Notti, y otros dos cuadros de Bartolomeo Manfredi, que quedaron totalmente destruidos. Gravemente dañado y con difícil restauración quedó un Giotto y sufrió un gran corte vertical un célebre Adonis, de Sebastiano del Piombo. Varias decenas más de cuadros sufren desperfectos menores.

La dirección del museo florentino estaba procediendo ayer a trasladar a un lugar seguro los 300 cuadros colgados en las diez salas del tercer piso, que, al romperse el techo, han quedado expuestas, a la lluvia.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_