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Tribuna:Elecciones 6 junio
Tribuna
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El país del "como si"

"¡Qué verdad ni verdad, haga usted el favor! ¡Aquí estamos en un teatro!". Esto lo dice uno de los personajes de Pirandello, pero podrían suscribirlo los principales asesores de la campaña en curso. La importancia de lo que está en juego -el poder propiamente dicho- no se corresponde mínimamente a la calidad del debate sobre nuestro porvenir. Los dos grandes rivales demuestran estos días, por razones diferentes, respetar lo que podría llamarse el país del como si.Alejémonos un minuto para ver a España desde fuera. Dice el editorial del Financial Times: "El señor González no ha sido capaz de aprovechar los años de auge de la economía española para resolver los problemas básicos. Aznar ha tenido éxito en modernizar al PP, pero la falta de detalle de sus prescripciones se suman a la dificultad de ver a su partido como una alternativa de credibilidad frente a los socialistas".

La campaña electoral no está siendo, ciertamente, un camino de rosas para el presidente que aspira a la reelección. El candidato de la oposición de derecha se ha limitado a levantar acta notarial de los desaciertos socialistas y machacar sobre, la difícil situación económica. Pero ambos coinciden en mantener las imágenes de España como si fuera un país que atraviesa una crisis por mala gestión, según los populares, o como si su economía se limita a sufrir los males de la crisis internacional, de acuerdo con los socialistas.

Para González, España puede encabezar el pelotón de primera de la Unión Económica y Monetaria, mientras Aznar cree que ello se podría conseguir si se barre a los socialistas. Ambos tratan a España como si pudiese situarse entre las naciones más avanzadas por el mero cumplimiento de ciertos indicadores. Esta manera de enfrentarse a la situación es más propia del teatro pirandelliano que de la realidad. Ninguno de los dos grandes rivales halla una razón positiva -un proyecto de futuro- para pedir el voto, ya que las nuevas prioridades exigen sacrificios.

El país del como si ha estallado por los aires. La política económica del Gobierno contribuyó a que en lugar de un aterrizaje suave, tengamos una recesión de doble pendiente (double dip) que bien pudiera prolongarse más allá de lo normal. No es menos cierto que tampoco ha habido un aterrizaje suave en la mayoría de los países industriales, con independencia del color de los gobiernos: Reino Unido, Italia, Francia, Alemania, Suecia, Noruega et al. Por otra parte, la crisis ha dejado obsoletos los tipos de cambio, obligando a la mayoría de estos países a devaluar varias veces. He aquí la prueba del crash landing: 17,4 millones de parados en la CE. Nuestros 3,3 millones son el 20%.

Lo que González y Aznar guardan para si, parece, es la receta con la que aspiran a superar la crisis del capitalismo nacional, agravada por una recesión generalizada que ha minado el Sistema Monetario Europeo y el cumplimiento del Tratado de Maastricht. El método: una operación quirúrgica que introduzca más mercado allí donde la ortodoxia no lo advierte en cantidad suficiente y una reducción del gasto público. Ni uno ni otro se atreven a decirlo de frente. Unos hablan como si fuesen socialistas y los otros como si fuesen populistas.

"Los votantes no parecen convencidos de un cambio de prioridades. En la campaña, la tarea de los políticos es, ahora, mostrar que eso (el ajuste) es algo esencial", aconseja el FT.

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