"Los cuatro puntos cardinales del arte", lema de la Bienal de Venecia

Más de 700 artistas de 53 países estarán representados en "la mayor exposición de arte contemporáneo jamás realizada", según el presidente de la Bienal, el director de cine Gian Luigi Rondi, que, bajo el lema "Los cuatro puntos cardinales del arte", se inaugurará en Venecia el próximo 13 de junio. "Será la primera Bienal transnacional e interdisciplinar, que dará a Europa una señal de consistencia en estos tiempos de división extrema y de crisis económica, moral y política", dijo ayer, al presentarla en Roma, Achille Bonito Oliva, responsable de esta 45ª edición de la Bienal, que celebra su primer centenario.

Oliva, crítico y catedrático de Historia del Arte, teórico de la transvanguardia, destacó que su proyecto de Bienal ha roto el marco estricto del recinto expositivo veneciano para que esta gran manifestación del arte expanda por toda la ciudad, a través de unas 14 exposiciones que llegarán a la isla de la Giudecca y otras sedes como Ca'Pesaro o San Marcos. La Bienal del centenario se instalará también en la laguna, donde una enorme cabeza de caballo de 14 metros de altura flotará sobre una plataforma de madera, para indicar, según Oliva, "que el arte no es de tierra firme ni Venecia tampoco". Obra de Ben Jakover y Yannick Vu, la cabeza se ha realizado a partir de documentos conservados en la Biblioteca Nacional de Madrid sobre el modelo de la colosal estatua ecuestre de Ludovico el Moro, duque de Milán, que Leonardo quiso construir en 1943 y no pudo llevar a cabo.Oliva cree también haber conseguido que los pabellones dejen de tener la proyección de estricta competencia entre artes nacionales, y así destacó que Estados Unidos ha invitado a Louise Bourgeoise, nacida en Francia; Alemania, a Nam June Paik, e Italia, al japonés Nagasawa, además de presentar en su pabellón la exposición emblemática e internacional por antonomasia sobre los cuatro puntos cardinales del arte.

Casos límites en, este sentido son los de Israel, que se ha instalado en el jardín para ceder su pabellón a otros cometidos, y el de la ex Yugoslavia, donde, bajo el título de La máquina de la paz, se expondrán obras de artistas bosnios, croatas, eslovemos, macedonios y serbios.

El pabellón español, a cargo de Aurora García, presentará obra de Antoni Tàpies y Cristina Iglesias.

La imagen del caleidoscopio

Oliva utilizó la imagen del caleidoscopio para describir la coherencia e interdisciplinariedad de las 14 exposiciones que integrarán esta Bienal contemporáneamente a los pabellones más o menos transnacionales, dando un panorama exhaustivo del arte contemporáneo. Entre éstas destacan la dedicada a Francis Bacon, con unos 50 cuadros, incluida una crucifixión del Guggenheim de Nueva York que cruza por primera vez el Atlántico, y otra dedicada a John Cage, cuya obra musical será ofrecida en concierto en el teatro La Fenice.

Bajo el título de Deslizamientos, se presentará a figuras que, como William Burroughs, Orson Welles, Jean Baudrillard y Wim Wenders, han combinado literatura y escena "en un modo artesanal", dijo Oliva, "que les ha permitido controlar totalmente el producto en circunstancias difíciles". Habrá también un escenario creado por Pedro Almodóvar en este apartado.

El catálogo, tras una amplia introducción de Bonito Oliva, incluirá un texto escrito expresamente para esta 45ª edición de la Bienal por Ernst Jünger, e inéditos de Julia Kristeva, Gilles Deleuze, Elemire Zolla, Mario Perniola, Vattimo y otros. La Bienal abrirá de once de la mañana a seis de la tarde hasta el próximo 10 de octubre, salvo los martes. El precio del billete global, para todas las exposiciones, será de 25.000 liras (unas 2.000 pesetas).