Los 'cascos azules' desplegados en la antigua Yugoslavia reciben el premio Príncipe de Asturias

Las agrupaciones militares de cascos azules de las Naciones Unidas en el conflicto de la antigua Yugoslavia fueron galardonadas ayer con el premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 1993 por su labor humanitaria" y "su contribución eminente para una solución pacífica del conflicto bélico". El jurado hace expresa mención a la labor de los más de 1.000 soldados españoles desplegados en Bosnia-Herzegovina: "Su tarea humanitaria y de interposición entre los contendientes es ejemplar, hasta llegar al sacrificio de la propia vida, y refuerza la sintonía del Ejército con el pueblo español".

"Dentro de la extrema complejidad que presenta el dramático problema de la antigua Yugoslavia, cuyo desenlace es imprevisible, el jurado considera necesario resaltar y estimular la labor humanitaria que están desarrollando" las tropas de la ONU, afirma el fallo. El ex presidente del Gobierno Leopoldo Calvo-Sotelo, presidente del jurado, dijo que, con esta decisión, el premio Príncipe de Asturias "conecta con un problema de dramática actualidad".Nicolás Sartorius, ex diputado de Izquierda Unida, que también participó en la decisión, dijo que es "un premio enormemente, meritorio. Se trata de soldados que están exponiendo su vida por realizar una labor humanitaria". La actuación de las tropas españolas la consideró de una "ejemplaridad extrema".

Otro miembro del jurado, el ex ministro de Cultura Jorge, Semprún opinó que estamos ante "la intervención más arriesgada que han afrontado hasta ahora los cascos azules". El premio, dotado con cinco millones de pesetas, diploma y la reproducción de una escultura de Joan Miró, será entregado por el Prínicipe de Asturias, Felipe de Borbón, en septiembre en Oviedo.

El ministro de Defensa, Julián García Vargas, expresó, en nombre del Gobierno, su satisfacción por este premio "a los soldados de la paz". España propondrá a los demás países que participan en la misión destinar el importe del premio a ayuda humanitaria para la población de Bosnia según anunció García Vargas.

Esta propuesta fue considdrada "fenomenal" por el coronel Francisco Javier Zorzo, jefe del primer contingente español. Zorzo manifestó su "enorme satisfacción por el reconocimiento a la labor de los cascos azules y por la especial mención a los militares españoles, tanto los de las dos agrupaciones [Málaga y Canarias], como a los que trabajan en los cuarteles generales de Kiseljak y Sarajevo".

Las fuerzas de protección de la ONU en la antigua Yugoslavia tienen 22.000 soldados (12.500 en Croacia y 9.000 en Bosnia) de casi 20 países y han sufrido tres decenas de muertos; incluido el teniente español Arturo Muñoz Castellanos.