Kohl se deshace en elogios hacia González

Fue más un encuentro entre viejos amigos que una entrevista de trabajo entre dos jefes de Gobierno. El canciller alemán, Helmut Kohl, se deshizo ayer en elogios hacia Felipe González, que le visitó en Bonn antes de viajar a Aquisgrán para recoger hoy el Premio Carlomagno. Tras intercambiar alabanzas, ambos interlocutores celebraron al unísono ante la prensa la aprobación por los daneses, el martes, del Tratado de Maastricht, que, según Kohl, "pone claramente de manifiesto que Europa no va a pararse". Kohl, con fama de político cordial, abrazó a González a las 23.00 en la puerta de la cancillería y abrió la conferencia de prensa con la que concluyó la entrevista felicitando, "en nombre de todos los alemanes" al presidente español.

"Felipe, de todo corazón te felicito", insistió tuteando en público a su huésped. "Es un galardón de mucho prestigio", prosiguió Kohl refiriéndose al Premio Carlormagno, "y se concede a uno que se lo merece". "He sido testigo de los esfuerzos que este europeo ha realizado con mucho interés".Después de esta introducción, el canciller aprovechó también una pregunta, para volver a ensalzar la figura de González. Un periodista preguntó al presidente español si la concesión del galardón le había hecho olvidar las noches de insomnio que probablemente padeció a causa de las divisiones del PSOE, los escándalos de corrupción, y otros hechos. Le recordó, además, que ayer mismo la primera página el diario británico, Financial Times destacaba sus desaguisados con el siguiente titular: Los dolores de España: todo va mal para Felipe González.

"No sé si ha pasado noches sin dormir", contestó Kohl a la pregunta dirigida a González. "Yo no se lo aconsejo". "El diario de hoy puede quedar obsoleto mañana, pero el Premio Carlomagno seguirá siendo tu premio

Corrupción y campaña

Cuando ya pudo tomar por fin la palabra, González respondió: "Me parece a mí que la orientación del premio [que reconoce una labor en pro de la integración europea] no va en esa dirección". "Me parecía", añadió el presidente, "que sólo los políticos estábamos en campaña...".González dio así a entender que, a juzgar por el tono de la pregunta, también parte de la prensa española estaba en campaña contra el PSOE. El periodista que hizo la pregunta trabaja en El Mundo.

Aunque tenía aspecto cansado, González también se encontraba a, gusto. "Me siento muy bien en esta tierra", dijo, "y agradezco mucho, no sólo el recibimiento, sino el grado de coincidencia". A veces su intervención adquirió tintes un poco nostálgicos, como si el actual jefe del Gobierno español se estuviera despidiendo del canciller, al que llamó casi siempre por su nombre. Recordó, por ejemplo, González la primera conferencia de prensa que ofrecieron allí, "en 1983 o 1984". "Helmut, te deseo un buen viaje a Turquía", concluyó.

Este desplazamiento impedirá a Kohl. asistir a la entrega del Carlomagno. Ambos jefes de Gobierno instaron al Reino Unido a seguir el ejemplo de Dinamarca y ratificar cuanto antes el Tratado. "Esto es un aliento para los amigos del Reino Unido ( ... ); creo que la Cámara de los Comunes tomará pronto decisiones", vaticinó el canciller. Lo sucedido "es, para Major, un regalo positivo", añadió González, "que le animará a superar la fase de ratificación". El canciller negó primero que las cuatro excepciones al tratado concedidas a Copenhague equivalgan a -crear una Europa a la carta, pero no dudó en contradecirse y reconoció finalmente ante la prensa: "Si usted dice que es una Europa a la carta, pues también...".

Alemania tampoco ha ratificado el Tratado de Maastricht, aunque por motivos diferentes. El jefe de Estado espera la sentencia del Tribunal Constitucional, al que ha recurrido un grupo de ciudadanos opuestos a la unión europea.

Las relaciones bilaterales entre España y Alemania apenas fueron evocadas. "Son tan excelentes que casi son aburridas para los periodistas", comentó Kohl. "Pero prefiero que sigan siendo así". Dentro de dos semanas el canciller se entrevistará en Bruselas con el líder del Partido Popular, José María Aznar. En alguna ocasión ha comentado a González que su adversario en España tiene cara de policía.