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Una papeleta sin preguntas

Lluís Bassets

La participación en el referéndum danés no significa contestar una pregunta, a veces de difícil comprensión, como sucede en otros países. Los ciudadanos han recibido un folleto muy sencillo titulado Instrucciones para el referéndum del 18 de mayo de 1993, con un texto breve: "El voto trata sobre la propuesta aprobada por el Folketing (Parlamento) para la aprobación del Acuerdo de Edimburgo y la ratificación del Tratado de Maastricht. Si está de acuerdo tache la casilla que dice sí. Si está en contra tache la casilla del no".

Varios ciudadanos que han mandado su voto por correo explicaron ayer que ignoraban la literalidad de la pregunta. Sin embargo, esta falta de información va acompañada de un conocimiento detallado de lo que significa votar en un sentido u otro. Los dos referendos sobre Maastricht han significado, como mínimo, la tarea de divulgación más importante que se ha hecho nunca en un país de la CE sobre el funcionamiento de sus instituciones y las ventajas e inconvenientes de pertenecer a ella.

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El voto positivo significa la ratificación del Tratado, junto al llamado Acuerdo de Edimburgo, firmado por los Doce en la cumbre europea celebrada los días 11 y 12 de diciembre pasado. Este acuerdo reconoce tres derogaciones y diversas aclaraciones o explicaciones sobre Maastricht. En él, Dinamarca expresa su intención de no participar en la moneda única, en la defensa común y en la política policial y judicial.

El Acuerdo de Edimburgo fue elaborado después de una compleja negociación en la que participaron siete de los ocho partidos presentes en el Parlamento danés y desembocó en el Compromiso Nacional obtenido el 30 de octubre pasado. Sólo el Partido del Progreso, de extrema derecha, se negó a firmarlo. El Partido Socialista Popular, que había hecho campana contra Maastricht, se dio por satisfecho y apoya hoy la ratificación.

Así, los daneses votan por segunda vez el polémico Tratado de Maastricht, pero ahora junto a la decisión de escoger un menú europeo restringido, opción que el propio tratado permite a cualquiera de los socios, pero que Dinamarca ha querido definir y comprometer previamente a su aprobación.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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