Ramos: "El público de Madrid es demasiado torista"

El diestro mexicano Mariano Ramos, que actuó ayer en Las Ventas después de 19 años, encontró al público más duro con los toreros que entonces: "Este público de Madrid sigue teniendo la máxima categoría, como en 1974, pero ahora es demasiado torista y por eso se pone en contra de nosotros si las cosas no ruedan. Y hoy era imposible que rodaran, porque la magnífica presentación de los toros no venía acompañada de la bravura, sino todo lo contrario".Ramos entendía en parte las reacciones de los aficionados, "porque se aburren y como ya vienen predispuestos a admirar a los toros se meten con nosotros" y se quejaba de que dentro del mal juego general de la corrida, él pechó con el peor lote, "sobre todo el primero, "uno de los tres toros más difíciles que me han tocado en mi larga carrera".

El Soro no compartía la opinión del público: "Conmigo han esta o sensacionales, sentía desde abajo cómo deseaban mi triunfo, pero solo me dejaron brillar con las banderillas, pues no permitián el lucimiento ni con capote ni con muleta". En lo que si coincidía con Ramos era en que en Madrid se exige un toro demasiado grande: "Una mole de 610 kilos, como mi segundo, es imposible que embista. Prueba de ello es que yo he triunfado muchas veces en otras plazas con toros de Murteira, pero tenían otras hechuras".

José Antonio Campuzano no se pronunciaba sobre el público y sí sobre sus toros, que tampoco le gustaron: "Al principio de las dos faenas de muleta embestían bien, pero luego se iban apagando y, aunque lo intenté desde todas las distancias, quedaban a la defensiva, tal y como ya habían hecho con el capote".

El de Gerena, que añadía dos defectos más al quinto de la tarde, exceso de kilos y sentido, "propio de un cinqueño", lamentaba no disponer de más oportunidades en la feria: "Estoy satisfecho en lo profesional, pero me parece que de poco me va a servir en mi temporada".