La OLP pone reparos a una declaración palestino-israelí redactada por EE UU

A. C. / AGENCIAS; La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) anunció ayer en Túnez que mantenía serios reparos a un texto de declaración conjunta palestino-israelí redactado por EE UU. El Gobierno de Bill Clinton, preocupado por la posibilidad de un nuevo traspié en otro asunto fundamental de su política exterior, pretendía con esa iniciativa una vía de escape para el aparente callejón sin salida en que se encontraba la novena ronda de conversaciones sobre la paz en Oriente Próximo, celebrada en Washington.

El texto debía haber sido debatido el miércoles en una reunión tripartita convocada por Estados Unidos y a la que no acudieron los representantes palestinos, probablemente porque no habían elaborado todavía su respuesta. La adopción de una declaración con junta era el mínimo imprescindible al que había que llegar para que esta ronda no se saldara con un fracaso. El jefe de la delegación israelí, Eliakim Rubinstein, dijo que el borrador de declaración presentado por los norteamericanos compartía los puntos de vista israelíes. El representante palestino, Haidar Abel Shafi, se limitó a comentar, antes del anuncio de la OLP en Túnez, que su delegación había pedido a Estados Unidos que presentase una propuesta y que ésta estaba siendo estudiada.En días pasados se había mencionado la posibilidad de que el presidente Clinton recibiese ayer a representantes de las delegaciones que han conversado durante tres semanas en Washington. Pero fuentes estadounidenses comentaban que esa reunión sólo se produciría si la Casa Blanca observaba que se habían producido avances en el diálogo.

Mesas bilaterales

Además de esas dos delegaciones, en la capital norteamericana han estado reunidos también sirios, jordanos y libaneses, cada uno de ellos en mesas bilaterales con representantes israelíes. En ninguna de esas negociaciones se ha informado de progresos.

Los mediadores norteamericanos pretenden que las conversaciones se reanuden en Washington el mes próximo, pero los países árabes han anunciado que decidirán colectivamente al respecto en una reunión de ministros de Exteriores que tienen previsto celebrar en Ammán.

Estados Unidos tenía esperanzas de conseguir en Oriente Próximo los éxitos que se le niegan en Bosnia. Por esa razón, una de las primeras decisiones sobre política exterior que tomó el presidente Clinton fue la de enviar a su secretario de Estado, Warren Christopher, a una gira por la región para promover la reanudación de las negociaciones de paz. Posteriormente, EE UU se ha involucrado en la marcha de las conversaciones en Washington más de lo que lo había hecho a lo largo de los 18 meses que se prolonga ya este proceso, iniciado en octubre de 1991 en Madrid.

Todo ese esfuerzo ha surtido hasta ahora muy poco efecto. Tanto palestinos como israelíes hablan de un nuevo clima de distensión que favorece el diálogo, pero apenas han llegado todavía a definir qué es lo que cada parte entiende por autonomía.

Por otra parte, Ezer Weizman, general retirado de la aviación israelí conocido por su postura a favor de la retirada de los territorios ocupados y la creación de un Estado palestino, se convirtió ayer en el séptimo presidente de Israel.