Milosevic convoca una reunión de todos los Parlamentos serbios para aprobar el plan de paz

MIRJANA TOMIC, La cúpula política yugoslava -serbia y montenegrina-, junto con los líderes serbios de Krajina, invitaron ayer a los serbios de Bosnia a desistir del referéndum sobre la aceptación del plan de paz, convocado para este fin de semana, y acordaron para el viernes una reunión parlamentaria conjunta -de los Parlamentos yugoslavo, serbio, montenegrino, de Krajina y de Bosnia-, que debería aprobar el plan de paz. El presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, partidario de la firma del plan de paz, abiertamente desariado por los parlamentarios serbio-bosnios, tras el rechazo del mismo, decidió dar de este modo otro golpe.

Milosevic quiere obligar a Radovan Karadzic y sus parlamentarios a firmar el plan y abandonar la -idea del referéndum al prever la victoria del no. Mientras en Banja Luka y otras ciudades bosnias controladas por los serbios, grandes carteles invitaban a la población a votar ' el no este fin de semana, Milosevic inventó otro instrumento para presionar a sus aliados de cambiar de opinión. Pero Radovan Karadzic se reunió anoche en Zvornik (Bosnia oriental), con la cúpula política del Partido Democrático Serbio, cuyos miembros rechazaron las presiones de Belgrado y decidieron mantener la convocatoria del. referéndum del fin de semana.Tres olías antes de la reunión del super.parlamento, donde se espera la participación de más de 600 díputados, Milosevic concedió una (le sus escasas entrevistas a la agencia estatal yugoslava Tanjug. "La carga de la enorme ayuda que Serbia proporciona a Bosnia y las sanciones que le fueron impuestas debido a su solidaridad con los serbios fuera de Serbia, la soporta con dificultad y no tiene motivos para seguir haciéndolo así para la guerra", fue categórico Milosevic e invitó a los serbios rebeldes a pensar en los 10 millones de ciudadanos de Yugoslavia "sometidos a sanciones brutales".

Por primera vez, Milosevic, quien tan sólo en diciembre pasado aseguraba que "Serbia no se va a doblegar" culpando a la comunidad internacional por las sanciones injustas, relacionó éstas con su apoyo a los serbios en Bosnia. "Ahora Serbia debe dedicarse a sí rnisma", precisó Milosevic, "con la revitalización de su economía, el incremento del nivel de vida de sus ciudadanos... y la lucha en contra del crimen, consecuencia de la guerra y de la circulación incontrolada deciudadanos entre las dos re públicas".

En menos de una semana, los hermanos bosnios han pasado deser defensores de sus hogares y de las víctimas a los culpables por todos los problemas de Serbia.

Milosevic no ha precisado cómo se organizaría la sesión del superparlamento ni cómo se votaría a favor o en contra del plan de paz. El presidente cuenta con el apoyo de la mayor parte del Parlamento serbio -donde sólo un 30% de los ultranacionalistas se opone a su nueva política-; tiene el apoyo del Parlamento federal, donde el balance de fuerzas es parecido al Parlamento serbio; y la mayoría de los diputados montenegrinos favorecen el compromiso. Pero se desconoce también la posición de los parlamentarios serbios de Krajina.

Milosevic no olvida su humillación en Pale, cuando acudió personalmente a ordenar la firma del plan de paz y los diputacos votaron en contra. Espera a los diputados en Belgrado, para enseñarles quién tiene las riendas del poder entre los serbios, estén donde estén.

Por otra parte, la entrada en el enclave de Zepa, en Bosnia oriental, de los representantes de la ONU sigue siendo, sin embargo, aleatoria. Un enviado del Comité Internacional de la Cruz Roja, Larry Hollingworth, fue retenido ayer durante cinco horas por "soldados serbios borrachos" que le obligaron a dar marcha atrás después de amenazarle con sus armas.