Los productores de espárrago piden protección contra las importaciones

Las importaciones de espárrago industrializado desde países como China y Perú han provocado el hundimiento de precios del mercado nacional en origen en Navarra y Extremadura, según ha denunciado ante el Ministerio de Agricultura la Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra.

Los representantes del sector reclaman la aplicación de la claúsula de salvaguardia con el fin de limitar las entradas tanto en España como en el resto de la Comunidad Europea. Algunas firmas para hacer frente a esta situación, ya se hallan produciendo e industrializando espárrago en Perú, con el fin de mantener los niveles de competitividad. Según fuentes sindicales, esta situación puede provocar a corto plazo el hundimiento del sector así como del 80% de las industrias conserveras que tienen al espárrago como principal producto.Con el fin de apoyar cultivos alternativos frente a las plantaciones de coca en países como Perú, la Comunidad Europea decidió hace varios años facilitar las exportaciones de esos productos al mercado comunitario eliminando los aranceles. Entre los productos que se vieron afectados por la medida figuran los espárragos de los que Perú era ya un exportador al resto de la CE.

En este momento, las exportaciones de espárrago peruano sin aranceles al conjunto de la Comunidad Europea se sitúan en unas 30.000 toneladas al año. El problema no procede solamente de Perú sino también de China cuyas exportaciones se elevan a 60.000 toneladas a pesar de tener un arancel del 22%.

Las razones de este alto volumen de importaciones se halla en sus bajos costes de producción. Según técnicos del sector, un kilo de espárrago industrializado en Perú se sitúa en unas 100 pesetas mientras en España se trata de llegar a un contrato para pagar el kilo en el campo a 240 pesetas.

Esta fuerte posición de competitividad del espárrago exterior ha provocado, por un lado, un aumento de las importaciones en España que han pasado de una cantidad insignificante hace unos años a unas 3.000 toneladas.

Por otra parte, las exportaciones españolas al resto de la CE han pasado de unas 11.000 a solamente 5.500 toneladas año.

La necesidad de competir en un mercado abierto está provocando que los industriales ubicados en España se muestren reacios a realizar compras en el campo ante el temor de no poder vender su producción y provocar el cierre de empresas.