La histórica Marilyn Horne
Se inició el sábado en el Auditorio Nacional el VI Festival Mozart, y comenzó con la actuación de un nombre histórico en la lírica, en un programa en el que, por cierto, no había una nota de Mozart.Habrá muchas, eso sí, a lo largo del ciclo, pero la emblemática Marilyn Horne (Bradford, Pensilvania, 1929) nos llevó por un atractivo y contrastado recorrido que desde las arias de Thomas Arne saltó a los lieder de Brahms, y de éste a las melodías y canzonette de Rossini, para recalar en el sentimentalismo del operista palermitano Stefano Donaudy, en la suma poética de Ada Negri y Respighi en Nebbie; el delicioso L´uccellino, de Puccini; L´ultimo bacio, de Paolo Tosti, y Stornello, de Verdi, más las consiguientes propinas hasta la despedida con El vito andaluz.
La mezzosoprano norteamericana hizo su prestigio como intérprete de personajes tan distintos como María, de Wozzeck; Agnese, de Beatrice di Tenda y muchas heroínas rossinianas. A Rossini dedicó ahora la mayor parte de su recital con nueve melodías, que dijo con mayor dominio que cantó.
Sería estúpido hacer a estas alturas una crítica de la Horne, excelente actriz y música en todo momento. Me pareció muy positiva la reacción del público, capaz de ovacionar una historia por encima de una realidad, pues, el tiempo hace de las suyas, mas una diva de la categoría de la Horne demuestra todo lo que sabe y se defiende con inteligencia y encanto. Colaboró con ella el pianista Warren Jones, correcto y cuidadoso.
Hubo por parte del público la oportuna diferenciación y así la reacción fue más entusiasta tras el lied de Brahms Del eterno amor, después de esos hallazgos rossinianos que son la Elegía sobre una sola nota o la Canzonetta española, para la que Marilyn Horne tuvo acentos tan garbosos como los derrochados en El vito.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.